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viernes, 21 de julio de 2023

OPPENHEIMER: LA AGONÍA DEL PROMETEO AMERICANO.

 


      OPPENHEIMER: LA AGONÍA DEL  PROMETEO                                AMERICANO.


Christopher Nolan (Londres, Reino Unido, 30 de julio de 1970) es uno de los directores más brillantes y grandes que el mundo del cine moderno ha tenido la dicha de toparse. Su famosa trilogía sobre uno de los superhéroes más famosos del mundo del cómic: Batman (superhéroe favorito de un servidor), interpretado por un camaleónico y brillante Christian Bale (Haverfordwest, Reino Unido, 30 de enero de 1974) que acababa de triunfar en la cinta “American Psycho” de Mary Harron en el 2000, fue la primera cinta que vi, y he visto más de una vez, de este ingenioso director, quien además ha producido otros films como: “Interstellar” (2014), “Dunkerque” (2017), donde retracta una de las derrotas más humillantes otorgadas por Hitler al bando aliado, “Tenet” (2020) y su obra más reciente, de la cual pienso hablar hoy, la recientemente estrenada “Oppenheimer” la cual ha sido una de las películas más caras de la historia costando 100 millones de dólares y que ha cosechado ya, 92% de críticas positivas en sitios como Rotten Tomatoes, y, la cual, fui a ver al cine con un gran amigo, ayer, el día de su estreno. 


Christopher Nolan, fotografiado en el Festival de Cannes del año 2018. 


¿Pero de que va Oppenheimer? 

Para los más versados en historia seguramente el apellido no se les hará extraño ya que Julius Robert Oppenheimer (Nueva York, 22 de abril de 1904-Nueva Jersey, 18 de febrero de 1967) quien es interpretado por el grandioso actor Cillian Murphy, (Cork, Irlanda, 25 de mayo de 1976), quien también interpreto a Thomas Shelby, un gángster ficticio y líder de la familia Shelby en Peaky Blinders, serie de Tom Harper (Londres, Reino Unido, 7 de enero de 1980).

En vida Oppenheimer fue un físico y el padre creador de una de las armas que más paz y más tensión han generado, tanta que, actualmente, con la guerra ruso-ucraniano, se ha vuelto a hablar de su uso y la destrucción que esta puede causar: La Bomba atómica, algo que, en los tráilers de la película se ve claramente.

No obstante, OPPENHEIMER (la cinta de Nolan) no solo nos habla de este hecho, el cual fue de suma importancia para hacer que los Estados Unidos de América se convirtieran en la gran potencia mundial que es actualmente luego del bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki (se sabe que también deseaban bombardear Tokio, pero fue desechado tras ver el poder destructivo de los dos archiconocidos lanzamientos) en donde murieron calcinadas miles de personas inocentes.

Pero, antes de empezar con el resumen y análisis de esta cinta, un poco de historia.

Oppenheimer, un físico y el creador del arma más destructiva del mundo, nació un 22 de abril de 1904 padre de emigrantes judíos, quien en 1927 se convirtió en un afamado intelectual y físico al publicar su tesis sobre la mecánica cuántica, la cual se encontraba por aquel entonces en pañales.

Oppenheimer se convirtió en docente (algo que vemos también la película, que funciona como un biopic de su persona) trabajando para la Universidad de Berkeley en donde realizo importantes investigaciones en varios campos de la física como la astrofísica, la física nuclear, la espectroscopia o la teoría cuántica de campos. En la cinta le vemos interesado por el estudio de como mueren las estrellas.

A finales de los años 30´s, incluso, realizo avances en lo que muchos años más tarde, el también brillante físico y profesor Stephen Hawkins (Oxford, Reino Unido, 8 de enero de 1942-Cambridge, Reino Unido, 14 de marzo de 2018) llamaría “agujeros negros” y por lo que sería reconocido a nivel internacional.

Robert J. Oppenheimer. El padre de la bomba atómica. 

Volviendo con Oppenheimer llegamos a septiembre de 1939, Hitler, como sabéis tuvo la maravillosa idea de invadir Polonia (nótese el sarcasmo), iniciando una brutal sangría. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el físico hizo todo lo posible para superar a los nazis en su esfuerzo de crear la bomba atómica (el Proyecto Urano nazi, dirigido por Werner Heisenberg, les sacaba dos años y dieciocho meses de ventaja), involucrándose en lo que fue el conflicto por el agua pesada, una guerra dentro de la misma contienda.

No fue hasta 1942 que Oppenheimer se le asigno la misión más importante de su vida. Dirigir y liderar el Proyecto Manhattan en los Álamos. En donde en 1945, más concretamente el 16 de julio de 1945, logro detonar la primera bomba de uranio de nuestra historia bajo la prueba denominada “Trinity” (o Trinidad en castellano).

 

Fotografía área del Laboratorio Nacional de los Álamos, el cual fue erigido en 1943, construido bajo supervisión del mismo Oppenheimer como director el Proyecto Manhattan. 

Después del lanzamiento. El cual fue todo un éxito. Sabemos que fue lo que paso, los Estados Unidos de América, presididos por el Presidente Harry S. Truman (Interpretado en la película por el camaleónico Gary Oldman) lanzaron la primera bomba contra Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, y pocos días después, la de Nagasaki, acabando así con miles de vidas y con la Segunda Guerra Mundial, el 2 de septiembre de 1945.

Oppenheimer, no obstante, tras la guerra, no se sintió nada orgulloso de su bebé atómico, ya que como presidente del Comité Asesor General o GAC, presiono para que las naciones controlasen las armas que el mismo le había otorgado al mundo entero.

Desgraciadamente nos encontramos en 1946, y eso significa que la Guerra Fría, aquel conflicto que duro cuarenta y cinco años hasta la caída de la URSS en 1991 (y cuya secuela estamos viviendo actualmente) y que enfrento a Estados Unidos con su viejo aliado comunista. El enfrentamiento, aunque no fue directo, sí que hizo avances importantes en el campo de las armas atómicas, llegándose, para 1952, a obtener, por parte del gobierno norteamericano, la todavía más destructiva Bomba H o Bomba de Hidrogeno.


Imagen del hongo atómico que se formo tras bombardear la ciudad japonesa de Nagasaki, la cual dejó a 50.000 víctimas, curiosamente la bomba fue mucho más potente que la lanzada sobre Hiroshima. Este 9 de agosto se cumplirán 79 años del suceso. 

Mártir del macartismo, una persecución política contra los “comunistas infiltrados” en los libertarios Estados Unidos, le hizo ser eclipsado y enjuiciado por sus viejos enemigos. Algo que vemos nada más comenzar la cinta.

Finalmente fue rehabilitado en 1963, diez años después de ser juzgado, obteniendo de manos del Presidente Lyndon Johnson, sucesor del famoso Kennedy, el premio Enrico Fermi y un cheque de 50.000 dólares los cuales seguramente le sirvieron para pagar su tratamiento contra el cáncer de garganta que lo llevo a la muerte un 18 de febrero de 1967 a sus sesenta y dos años de edad.


Oppenheimer recibiendo el premio Enrico Fermi, premio dedicado a los científicos de prestigio internacional, de la mano de Lyndon B. Johnson, Presidente de los Estados Unidos (1963-1969). 1963.

Repasada la vida de este monstruo (hablando positivamente) de la física. ¿De qué nos habla OPPENHEIMER? Pues bien, desde mi punto de vista, la película de Nolan, un biopic que nos habla de la vida y obra del personaje antes ya mencionada, no es tanto así.

En efecto, la película, con varios saltos de tiempo nos habla de los aspectos más cruciales de su vida, su carrera e inicios como profesor de física, sus relaciones amorosas con Jean Tatlock, una activista radical de izquierdas, su mujer, Katherine Harrison, mucho más fuerte y dura que él, su apoyó a la España Republicana y simpatías con el comunismo. Y lo que todos han ido a ver, la creación del arma atómica.

No obstante, la cinta de Nolan, más que una biografía, es un espejo, ya que durante la misma veremos que se juzga a uno de los enemigos del reputado científico, Lewis Strauss, quien es interpretado por Robert Downey Jr (Nueva York, Estados Unidos, 4 de abril de 1965), un político sin escrúpulos que con tal de volverse Secretario de Estado está dispuesto a difamar al hombre que le dio a los Estados Unidos un poder que, actualmente, siguen gozando.

Durante la película, aquel que quiera ir a verla, verá no solamente la historia de este físico e histórico científico. Verán el cinismo, la barbarie, el odio y, en definitiva, la ruindad de nuestra especie humana que, triunfante, justificará la muerte de millones de seres humanos y el uso indiscriminado de un arma con un poder de destrucción total la cual, como sabemos los estudiosos de la historia, puso y pone al mundo en jaque (véase la Crisis de los misiles de Cuba de 1962).

Pero no solamente veremos ese cinismo y asco, personalizado en una de las que considero escenas clave de la película, cuando el mismísimo Presidente Truman le ofrece un pañuelo a Oppenheimer para limpiarse las manos al considerar que “las tiene manchadas de sangre”.

Veremos como aquel hombre, aquel Prometeo que le robó el fuego a los dioses y se lo trajo a una colérica humanidad, aquel que se convirtió en la muerte, el destructor de los mundos, Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, se arrepiente de su crimen viendo como carga con el peso de la conciencia.

Inquietantemente reflexiva es la escena con la que habla con el también famoso científico y Síndrome de Asperger Albert Einstein (Interpretado por Tom Coni): “Creo que destruimos al mundo".


Fotograma donde vemos a Albert Einstein (Tom Coni) científico y Síndrome de Asperger padre de la física cuántica, y Oppenheimer (Cillian Murphy) el Prometeo estadounidense, charlando. 

Gran cinta y una que, seguramente, será cosecha de un Oscar para uno de los mejores directores de nuestro tiempo.

Recomendada a todos quienes les gusta la historia sepan, o no, de física. 


Poster de la cinta. Donde vemos a Oppenheimer, interpretado por Cillian Murphy. Detrás de él puede verse la explosión atómica que "Trinity" género. 


                                                                                - El Novel Eterno, 21/07/2023.

                                                             


sábado, 8 de abril de 2023

THERE WILL BE BLOOD: EL SUEÑO AMERICANO DECONSTRUIDO.

 


           THERE WILL BE BLOOD: EL SUEÑO

             AMERICANO DECONSTRUIDO.

 

 

No soy mucho de ver por segunda o tercera vez una cinta.

 

Me gusta quedarme con lo que se conoce como “primeras impresiones”, aquellas emociones y pareceres que te ha dejado el primer visionado. Después de ello voy corriendo a Word, escribo una reseña (como la que estás leyendo) y luego lo subo a mi blog para compartirlo con la gente que me lee.

Sin embargo, hay películas que necesariamente necesitan un segundo visionado. No porque no se entiendan a la primera, sino porque la sutileza con la que son creadas así lo amerita.

Desde las obras de Quentin Tarantino (mi director favorito por excelencia) hasta el emocionalmente complejo cine japonés pasando como no por el realista y descarnado cine ruso se han realizado grandes películas (no cito a Bollywood porque en mi opinión es más bodrio que cine)

Pero volviendo al tema que del que me concierne hablaros, como os digo, muchas películas son geniales, preciosas, llenas de tiros, sangre y acción trepidante y grandes diálogos, pero son eso. Buenas cintas que ves una vez y listo, que disfrutas y seguramente se te quedan por siempre en la retina. Pero no son obras complejas, llenas de sutilezas y detalles que, cada vez que se ven, ofrecen una perspectiva mucho más profunda de los personajes e historia que narra (el cine es como un libro salvo que gravado).

 

Así pues, para celebrar el primer aniversario de mi página web que hoy cumple un añito vengo no a hacer una crítica al unísono de una cinta cualquiera, sino de una cinta muy especial. Una que se lanzó allá por el año 2007 (cuando un servidor tenía tres añitos) y la cual, en su época, le hizo ganarse un Óscar a su actor principal. El trepidante y ya jubilado Daniel-Day Lewis, conocido por películas como “Gangs of New York” del 2002, “El último de los Mohicanos” de 1992 o la increíble biografía de uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos, “Lincoln” del 2012. 

Como vemos, muchas son las cintas en las que este reconocido actor ha actuado.

Pero ninguna de ellas se asemejará seguramente a la que encabeza el título de este especial de cumpleaños de mi página web.

Y es que “There Will Be Blood” (En español: Pozos de ambición o como se tradujo en Hispanoamérica: Petróleo Sangriento) película realizada por el afamado (y para mi desconocido) Paul Thomas Anderson (26 de enero de 1970, Los Ángeles, California) es todo menos aburrida, pretenciosa y violenta (en gran medida claro, porque si tiene sus escenas de violencia psicológica y unas dos escenas de violencia física que dan para hablar)

De hecho, podemos decir que es una película que, pese a su ritmo lento no dejará insatisfecho a ninguna persona que la visualice.

 

De manera analítica (y comenzando la reseña/análisis que vengo a realizar) la película se encuentra dividida en tres partes.

 

La primera, la cual podríamos llamar “el Prólogo” se encuentra dividida en dos años. 1898 y 1902 en donde veremos a nuestro protagonista, Daniel Plainview (Interpretado por el ya citado Daniel-Day Lewis) un ambicioso empresario petrolero de la Estados Unidos de inicios del siglo XX, comenzará a hacer sus pinitos.

La segunda parte, la cual es la más extensa y es el “Nudo” de la historia se encuentra enteramente emplazada en el año 1911, en está veremos las andaduras de Daniel y su hijo H.W. (Interpretado por Dillon Freasierr) en el pequeño pueblecito de Little Boston en donde habita el enemigo número uno de nuestro protagonista, Eli Sunday (Interpretado por el titánico Paul Dano) un sacerdote de una de las muchas iglesias y parroquias de índole protestante que nacieron en el Estados Unidos de la época. La Iglesia de la Tercera Revelación, la cual alaba algo así como el poder de la sangre de Jesucristo y niega la “falacia” de la salvación universal.

Finalmente nos encontramos con la última parte de la película, establecida en el año 1927 en donde nuestro protagonista, ahora multimillonario (y hasta con sirviente) vive alejado del mundo recluido, como si se tratase de una especie de Conde Drácula, en su mansión. En esta parte vemos la destrucción total del personaje, su avaricia y total decadencia. Así como el último ajuste de cuentas entre Daniel y su archienemigo Eli.

 

Ahora que hemos puesto los puntos sobre las íes dejadme deciros, como aviso, si es que una buena alma no ha visto está cinta que salga ahora mismo del blog, que la busque en internet o que vaya al cineclub de su ciudad/pueblo y la alquile.

Por favor, que se queden los que han visto está película, porque si, de ahora en adelante hablaré de estas tres partes y hablaré de ellas con spoilers.

 

Así que ya con todo dicho, aquí vamos.

 

Como antes he escrito pienso analizar la película manteniendo la anterior división explicada.

La cinta, comienza, como he escrito, en el año 1898 en donde Plainview, un cualquiera que se encuentra cavando en una mina en busca de diamantes los cuales vender y poder sacarse una fortuna acaba sus andaduras mineras gravemente herido, con el pie izquierdo roto (el cual le dejará una permanente cojera que veremos sublimemente en toda la cinta) pero con una gran carga de diamantes y otros minerales los cuales, herido, arrastrándose por el suelo lleva a través de un inmenso paramo desértico a plena hora punta de sol.

El resultado, llega a la tesorería en donde vende los trozos de diamante por unos pocos dólares.


Plano del montañoso desierto en donde se encuentra Plainview y el cual atraviesa. El paisaje, grande e inmenso comparado con la pequeñez del personaje da muestras de la ambición sin limites de este último.


Curiosa, de está parte, es ver y darnos cuenta de dos cosas, la primera la ambición presente en el personaje, cuya ansia por ganar y ganar dinero le hace ser capaz de cosas tan inhumanas como aguantar, sin ayuda alguna, el sol a hora punta y salir vivo del desierto (más tarde, en la cinta, veremos que hace cosas mucho peores). La segunda, es mucho más sutil como he ido repitiendo a lo largo de esta entrada. Y es que la firma del personaje cambia respecto al final de la película. Esto puede darnos a entender el desprecio a sus orígenes humildes y muchas otras cosas, como la superioridad que ofrece el poder adquisitivo frente a otras personas menos favorecidas monetariamente (no hace falta que os diga que There Will Be Blood es una historia sobre ambición y dinero, ¿No?)


La firma de Plainview sobre un cheque de unos cuantos dólares. Podemos ver como subraya su apellido. Cosa que, más tarde, iniciado el tercer acto no realizará. Demostrándonos que el personaje a cambiado de ser un humilde excavador y minero a ser un avaricioso multimillonario lleno de odio y rencor. 

Avanzando vamos al año 1902, primeros añitos del siglo XX, aquí Daniel ya no trabaja solo, sino con una ristra de compañeros con los que ahora, no extrae minerales, si no que buscan petróleo, un material muy preciado en la época (y el cual en la nuestra ha sido material justificador de guerras salvajes y abusos inenarrables) pero desgraciadamente sucede una tragedia. Uno de sus compañeros fallece tras sufrir un accidente. La tragedia podría quedarse ahí, pero es mucho peor, ya que su socio ha dejado a un bebe solo, es aquí que Plainview se hará cargo del niño, a quien nombrará H.W. (¿siglas de Howard?) pero si piensan que esto lo hace por mera caridad van mal encaminados.

 

Realizamos otro salto temporal y ya nos encontramos en la parte con más chicha de la película. 1911.

Daniel y su hijo H.W. se encuentran en un pueblecito en donde, parece ser, ha aparecido una gran cantidad de petróleo.

En esta escena (la cual es también el primer dialogo de la película) Plainview tratará de convencer a los ciudadanos del pueblo porque es necesario que lo contraten, haciéndose llamar así mismo un profesional que posee un negocio “familiar” (ven ahora porque he dicho que no adopta a H.W. por mera compasión o sentimiento paterno) y que no robará a los miembros del pueblo. Estos confundidos discuten entre ellos y al ver que no hay lugar por donde meter la mano (en este caso lo que sea que se utilice para extraer petróleo) decide marcharse junto su hijo de vuelta a su oficina.

Es en este punto que recibe la visita, luego de tratar, no sin antes de marcharse convencer al propietario del lugar en donde se ha hallado petróleo (quien se niega), de un joven muchacho. Paul Sunday (el hermano mayor de Eli quien también es interpretado por Dano) quien dice haber encontrado petróleo en su pueblo, Little Boston. En donde ya alguna que otra compañía como Standard Oil y demás gente han ido arrendando tierras para sacar beneficios.

Luego de escuchar a Sunday, Plainview queda algo decepcionado. El pueblo donde viene Paul es un lugar donde no crece ningún tipo de planta y donde el agua es salada. ¿Qué puede encontrar en un lugar donde nada crece?

Sin embargo, llevado por esa antes mencionada ambición se dirige a Little Boston, con su hijo, en donde conoce a los Sunday, propietarios de un ranchito a las afueras del pueblo. Es aquí, en donde conoce a Abel, el patriarca de la familia (Interpretado por David Willis) y a su enemigo, Eli quien más tarde comenzará a causarle problemas. Curiosa es ver la reacción que Daniel tiene al verle, confundiéndole con Paul y arqueando sus cejas, gesto que realizará más veces a lo largo de la cinta al encontrarse con este personaje.


Little Boston. La Pequeña Boston. Una típica ciudad norteamericana de inicios del siglo XX.


Luego de inspeccionar el terreno de los Sunday y encontrar petróleo decide hacer la primera de las jugarretas a la familia. Que es pagarles (según él) por las codornices que les han dejado cazar que por el oro negro que han hallado y que se encuentra en el zapato del hijo de Plainview.

Tras una cena Daniel le propone a Abel le venda su propiedad por unos cuantos dólares para que este pueda trabajar y “encontrar” si hay o no petróleo. Eli se niega y empieza a poner trabas contra Daniel. Es aquí donde nace en verdad la rivalidad entre ambos personajes. Uno cuestiona al otro y así constantemente en un juego dialectico que da para mucho como seguiré mencionando.

Finalmente, el problema se concluye con Abel vendiendo la propiedad, siempre y cuando cinco mil dólares vayan a la Iglesia de su hijo. Plainview acepta y luego de ir a una inmobiliaria compra los terrenos vírgenes del pueblecito trayendo a sus hombres y estableciendo allí grandes torres de extracción de petróleo. Nombrando una como la hija menor de la familia Sunday. Mary, quien además es maltratada por su religioso padre si no se pone a rezar (más tarde veremos que la religiosidad viene más por parte de Eli que por Abel).


Plano donde podemos notar el desprecio de Plainview por la religión. En la escena el personaje de Dano, Eli, trata de rezar junto a H.W. y Daniel. Sin embargo este último le quita la mano tras un forcejeo. La animadversión del personaje respecto a la religión y la existencia de Dios se verá bien plasmada durante toda la cinta. Siendo este el primer feo que le hace al hijo menor de los Sunday.

Pero desgraciadamente otra tragedia sucede. Un día uno de los trabajadores muere. La excusa perfecta para que Eli, quien antes de la inauguración había ido a hablar con Plainview para pedirle el poder bendecir la torre, diga que es un castigo divino por no haberle dejado bendecir el lugar.

Vemos también uno de los sermones de Eli, quien es todo un seductor y carismático, “expulsando” la artritis de una anciana mujer con sus “poderes” y bailando enternecedoramente con ella luego de haberla “sanado”. Como le dice Plainview: “Menudo espectáculo”.


Plano en donde apreciamos a Eli "expulsando" a un demonio a fuera de su Iglesia. Nótese que de todos quienes están en la Iglesia. Mirándole el único que esta de espaldas en Daniel a la derecha del plano. 


Seguidamente, si esta primera tragedia ya no es para ponernos a pensar algo mucho peor pasa. La torre revienta y arde en llamas. Pero lo verdaderamente dramático no es solo esto. Si no que H.W. el hijo de Plainview queda sordo luego de este accidente al golpearse la cabeza con los maderos que mantenían en pie la torre. La cual arde toda la noche hasta el hartazgo.

Es aquí que, a pesar de que H.W. se encuentre herido Daniel está sumamente excitado. Lo vemos en la composición de la escena, en plena noche, mientras la torre cae como una falla Plainview sonríe e incluso uno de sus hombres, Fletcher le pregunta por su hijo: “¿Está bien H.W.?” a lo que Daniel contesta sin perder la sonrisa: “No”. Es aquí que Fletcher va con él niño dejando maravillarse a Daniel, quien no es hasta bien alzado el sol que termina con la torre Mary.

 

Plainview sonríe ante la destrucción de la torre Mary. Minutos atrás su hijo a quedado malherido. 


Tras la desgracia y luego de ver que su hijo está sordo Daniel tratará de buscarle un profesor especial mientras su fama se vuelve más y más grande por los Estados Unidos.

Es aquí que, si ya parecía que éramos pocos, aparece el hermano perdido de Daniel, Henry (Interpretado por Kevin J. O´Connor) quien viene de Nuevo México tratando de conseguir algo de trabajo luego de una mala vida en prisión luchando por ser como su idolatrado hermano.

Sin embargo, H.W. detecta algo extraño en él y una buena noche, mientras su padre está durmiendo prende fuego a la cama donde Henry duerme. Al despertarse Plainview decide que su hijo, que además es sordo y trata con ello de decirle algo que más tarde sabremos todos, debe irse. Y así hace.

 

A la mañana siguiente deja a su hijo en un tren rumbo a San Francisco abandonándolo, no para castigarlo, sino porque ve que no le renta más tener como “compañero” a un travieso sordomudo.

 

Es aquí que, de ahora en adelante Plainview presentará a Henry, su hermano, como su socio, llegando a hablar con los hombres de Standard Oil quienes movidos por las noticias de los “mass media” deciden ir a hablar con Plainview para ver si pueden comparar sus explotadas tierras.

Plainview, entonces, con su mentalidad de tiburón puesta a todo nivel se niega, llegando a amenazar con matar a uno de los hombres que habla con él, Tilford (Interpretado por David Warshofsky) quien le recalca hasta tres veces que, de comprar las plantaciones petroleras de Plainview este podrá dedicarse a pasar más tiempo con su hijo (quien ha abandonado anteriormente). Esto, como vemos, enfurece al empresario, quien decide marcharse a pasar el resto del día con su hermano, a quien le confiesa, en un diálogo sumamente importante e interesante sus intereses: “No veo nada bueno en la gente que me rodea solo quiero ganar lo necesario para aislarme” Es aquí que vemos la mentalidad psicopática de Plainview tan clara como el agua. Un hombre que usa a los demás para ganarse su confianza y quien, posteriormente, como un virus, infecta el bolsillo del buen samaritano para conseguir extraerle todo el dinero posible con el cual hacer su fortuna y con el que espera abandonar la sociedad y normas morales que tanto detesta.


La cara de Plainview al confesar su desprecio hacia los demás.

Continuando Plainview se da cuenta que, de todos sus terrenos hay solo uno que no ha conseguido. Los de un tal William Bandy (Interpretado por Hans Howes) quien para colmo se hace de esperar. Es en este momento, que, tras pasar tiempo con su hermano que este, en verdad, no es otra cosa que un farsante, alguien que ha venido a robarle y que como sucede pasar en la mente de nuestro protagonista es: “Competencia”.

Así que, una noche, mientras Henry duerme Plainview se acerca con una pistola en la mano. Es, después de un breve dialogo que Henry le explica que el en verdad es un “don nadie” quien conoció a su hermano quien falleció de tuberculosis sin poder conocerle, las palabras de Henry, sin embargo, le son vagas a Plainview, quien tras inmovilizarlo le dispara en la cabeza matándolo.

Tras enterrarlo Bandy aparece y este, quien sabe lo que Plainview a cometido, le ofrece no solo el silencio, si no el poder construir su deseado oleoducto que unirá costa a costa si hace antes algo. Unirse a la Iglesia de la Tercera Revelación y aceptar la sangre del cordero de Cristo.

Dicho y hecho.

 Durante uno de sus sermones Daniel se presenta en la Iglesia y tras arrodillarse y dejarse golpear unas cuantas veces por Eli como venganza a una pelea anterior la cual dejo mal parado al sacerdote este es bendecido y se convierte en miembro de la Iglesia que preside su rival.

“Habrá oleoducto” exclama Plainview luego de recibir el agua bendita y bautizarse.


Escena en donde vemos como Eli, de manera vengativa, golpea a Plainview "exorcizándole" antes de que acepte la sangre de Cristo y se bautice. Más tarde, al finalizar la segunda parte de la obra el resentimiento entre estos dos personajes aumentará aún más. 

Igual de importante es el mencionar que, durante la golpiza que Eli le propicia (obligándole a exclamar su pecado: haber abandonado a su hijo) Daniel por lo bajo cuestiona a Eli con preguntas tales como: “¿Dónde está tú Dios?”. Viendo claro el ateísmo y materialismo del personaje (que curiosamente como empresario de bien capitalista no debería aceptar estos postulados más propios del Marxismo).

Pero acabando con está parte del análisis. H.W. vuelve, está vez acompañado por un profesor quien le ayuda a adaptarse a sus necesidades. Y para recompensarle Daniel lo lleva a comer a un restaurante el cual, sorpresivamente también es frecuentado por los miembros de Standard Oil y más aún por Tilford, a quien humilla y restriega en la cara que, no solo ha llegado a un acuerdo con su competencia, Oil Union, si no que ha recuperado a su hijo, a quien da besos y caricias volviendo a mostrarnos el utilitarismo y manipulación a la que Plainview logra llegar con tal de hacerse respetar ante una “Jet set” que no le hace ni caso.

 

Plainview encarando a Tilford, miembro de Standard Oil, antes de humillarlo. 

Finalmente llegamos a la tercera y última parte de la película. 1927. H.W. y Mary, la hija menor de los Sunday, se casan.

Ese mismo día H.W. visita a su padre, quien ya vive en una mansión y quien se dedica a cosas tan normales y poco estrafalarias como ponerse a disparar a las cabezas de animales muertos de su casa o (está vez si es más normal) jugar a los bolos.

Para está parte podemos ver la deshumanización y total aislamiento de Plainview. El dinero era una excusa para dejarle sacar su verdadero ser, un hombre mezquino, arrogante y cruel, quien incluso llega a hacer lo peor que un padre adoptivo puede hacerle a un hijo que cree que es suyo y, además, que le quiere y admira.

En un diálogo angustiante entre H.W., Daniel y su profesor venido de San Francisco, Plainview le espeta a su hijo: “Eres adoptado, Eres menos que un bastardo. Solo eres un bastardo que encontré metido en una canastallegando a repetírselo a gritos cuando H.W. se marcha. No sin antes derrotar a aquel hombre que pensaba era su padre y a quien vino a visitar para informarle de que se iba Nuevo México a tratar buscar petróleo y ser como él.

 

Doy Gracias a Dios que no haya una pizca de ti en mi”.


Plainview en la tercera parte de la película (1927). Nótese que, a pesar de vivir rodeado de lujos en una gran mansión el aspecto físico del personaje dista mucho del de ser un hombre sano. Pudiendo apreciar una suciedad galopante y aceitosa en el rostro del protagonista. 

Con esta derrota dialéctica Plainview decide emborracharse y dormir en el suelo de su bolera. Pero si pensaba que el día y las visitas había acabado la llevaba clara, ya que, al caer la noche, Eli, quien tras el final de la segunda parte había ido de misión a esparcir su palabra, regresa a pedirle a Plainview ayuda. Y es que históricamente la economía americana no estaba en su mejor momento.

Eli, quien a pesar de estar en plena época de la Ley Seca (la cual concluyo en 1931) se sirve dos copitas (algo típico del poder eclesiástico quien como primer estado junto políticos y ricachones creen poder saltarse las normas) y le pide a su “viejo amigo” Daniel que lo ayude en su economía.

Antes de esto vemos como de bien le ha ido la vida a Eli: “He trabajado en la radio”. Sin embargo, luego le vemos rogar y llorarle a Plainview para que extraiga petróleo de la única tierra del Señor Bundy, fallecido con 99 años, que aún las máquinas de Plainview no han exprimido.


Siguiendo con Plainview. En esta escena podemos confirmar los malsanos hábitos que el personaje a cosechado. Volviéndose un adicto total al placer terrenal y al hedonismo (cosa que Eli, a pesar de también serlo lo camufla con su "religiosidad"). 

Ilusoriamente Plainview le hace pensar que le ayudara, no sin antes ofrecerle una condición, que diga alto y claro que es un falso profeta y que Dios no existe.

Algo crispado, diciendo que eso es mentira, Eli acepta a regañadientes y le vemos gritar lo que Plainview le ha pedido: “Soy un falso profeta, Dios es una superstición”. Finalmente, tras humillarlo Plainview le dice que esta tierra ya está drenada.

Impactado Eli trata de encontrarle explicación, pero Plainview, en un despliegue de odio y aprovechando las plegarias y necesidades de Eli decide humillarle de lo lindo con frases tan bonitas como:

“Tú no eras el elegido era Paul, tú hermano”.

“Eres solo la placenta”.

O mi favorita: “¡Crees que tus sermones y bailecitos te iban a salvar! ¡Yo soy la Tercera Revelación!. He hecho lo que tú hermano no, te he destruido y vencido”.

Finalmente pasamos de la agresión verbal a la física y tras tratar de atacarlo con bolas de bol coge uno de los bolos y luego de lanzarle unos cuantos mientras intenta huir le ataca golpeándole fuertemente la cabeza hasta rompérsela. Acabando de esa manera con quien ha sido durante años su mayor rival.

La Última humillación de la cinta. En ella podemos ver como el director resalta la maldad e importancia del humillador frente al humillado. Pudiendo ver a Plainview, que, pese a estar encorvado se encuentra de pie en contraposición a Eli quien está sentado llorando. Ambos rostros están rojos y ambos muestran rabia, en el caso de Eli impotencia al darse cuenta de que no es el "elegido" y en el caso de Plainview por el odio que procesa al sacerdote. Es en está escena que Lewis exclamo la famosa frase de: "I Drink your Milkshake" (en castellano: Me bebo tú batido). 

Para ir concluyendo luego de este exhaustivo análisis cabe solo mencionar lo obvio de esa obra, que no es otra cosa que una crítica descarnada a la religión y a la economía. Pilares los cuales, básicamente, son, han sido y serán hasta que las élites se harten (cosa que ya están haciendo secularizándolo todo) los pilares del control y en los que nacieron los Estados Unidos de América. Viendo, de esta forma como el director critica las mentiras no solamente ya difamadas y desmentidas de los religiosos que como Eli van predicando un sermón ya estudiado y tergiversado del que Cristo ofreció en verdad a sus coetáneos (el de Amar y ser Amado) sino también al nuevo Dios que durante esta época nació y que durante al nuestra se ha mantenido intacto, el Dios del Capitalismo, de la Economía más cruel y descarnada que no tiene reparos en, como Plainview, usar, mentir y atacar a los demás con tal de salir ganando y enriquecerse.

Un Dios, que, aunque material y tangible para la mente del pequeño humano, no ofrece valores, no ofrece respeto y más aún que solo está para crecer y crecer destruyendo a los demás.


Muchísimas gracias a todos por este primer año en el que habéis tenido que aguantar mis disertaciones y reseñas sobre todo tipo de obras y donde más aún, habéis tenido que soportar mi inactividad y digerir todas las obras, tanto cinéfilas como literarias como en el ámbito de los videojuegos que os he ido brindando y las cuales espero améis tanto como yo.

 

Lo dicho, muchas gracias a todos y hasta la reseña que viene.


Última escena de la película. Dónde Plainview, ya calmado y sentado a logrado "vencer" a su mayor rival, quien se desangra en el suelo. Muerto. 


 

                                           - El Novel Eterno, 8/04/2023.


domingo, 5 de marzo de 2023

THE INNER CIRCLE: UNA VIVISECCIÓN DEL RÉGIMEN ESTALINISTA.

 


THE INNER CIRCLE: UNA VIVISECCIÓN DEL RÉGIMEN ESTALINISTA.

 

 

Rusia es un país fascinante. Y no, no digo esto en pós de ofender a nadie o ninguna persona que como yo está viendo la terrible guerra que se está fraguando y sufriendo entre Rusia y Ucrania.

Nos encontramos en los albores de una nueva Guerra Fría (en verdad la anterior Guerra, la que culminó con la caída del Comunismo Soviético nunca acabo si se me pregunta) entre los omnipotentes Estados Unidos de América y sus dos nuevos rivales, Rusia, su vieja enemiga, y China, el nuevo coloso que desea imponer su tiranía en el mundo.

Sé que empezar mencionando la actualidad puede tirar para atrás la elección de leer esta entrada, la cual coincide con un hecho histórico sumamente importante y que está relacionada con la actual Rusia. Es por eso que he comentado que es un país fascinante, no solo por su cultura o difícil idioma (al cual siempre he estado atraído junto al alemán) si no por su historia, que hoy (mejor dicho, mañana porque yo estoy escribiendo esto el 4 de marzo) seguramente ha resonado no solo en los telediarios (con una mención escueta) si no en muchas cuentas, que, como la mía, se dedican vivamente a la historia.

Ese evento de suma importancia y el cual seguramente a abierto comparaciones tediosas con el actual ejecutivo y líder de Rusia, el Presidente Vladímir Putin (amado por unos, odiado por muchos otros) no es otro que el fallecimiento de otro líder del coloso eslavo, que hoy cumple nada más y nada menos que setenta años.

Para los más avispados, saben bien de quien estoy hablando.

Y es que hoy, hace setenta años, un 5 de marzo de 1953 dejaba el mundo lósif Vissariónovich Dzhugashvili mucho mejor conocido por su seudónimo y apodo, Stalin. El Hombre de Acero. Y es que el líder soviético, nacido en Gori, un pueblecito de la minúscula Georgia, un 21 de diciembre de 1878 fue uno de los políticos y dirigentes más importantes del pasado siglo, siendo parte importante en las negociaciones que dieron luz al mundo posterior nacido tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).


Retrato de lósif Stalin (Gori, Georgia, Imperio ruso, 21 de diciembre de 1878-Moscú, Unión Soviética, 5 de marzo de 1953) dictador y dirigente de la URSS desde 1929 hasta su muerte un día como hoy.

Stalin, también fue un tirano, un déspota y un asesino sin escrúpulos, que a lo igual que Hitler sufría de una megalomanía cuasi mesiánica. Si en el caso del Pintor Austriaco se estaba tratando (según el propio Führer) liberar al mundo de la tiranía judeo-masónica e imponer la limpia y sana raza aria en Europa, Stalin pensaba que él, como sucesor de Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin (22 de abril de 1870-21 de enero de 1924) estaba llevando a la humanidad al futuro, un futuro socialista, en donde todos los proletarios del mundo se mantendrían unidos bajo la bandera de la clase obrera, que no era otra que la Soviética.


Imagen propagandística de la era Estalinista. En donde podemos ver a Vladimir Lenin junto a Stalin, quien con obras como esta asentó su autoridad como sucesor de Lenin a pesar de que este último lo detestaba y trató de hacerle caer de la Secretaria del PCUS. El Partido Comunista Ruso. 

Stalin, por muy defensor de la doctrina de “Socialismo en un solo país” se volvió en el Emperador de media Europa al término de la que hasta la fecha es y será por mucho tiempo (y Dios quiera que nunca deje de serlo) la guerra más cruel, sangrienta y devastadora sufrida en la historia de la humanidad.


Mapa del denominado "Bloque del Este" entre los años 1949-1989. Tras la Segunda Guerra Mundial la Unión Soviética estalinista se expandió desde la actual Federación Rusa hasta la Alemania Oriental instaurando diversos tipos de regímenes comunistas que perduraron y fueron modificándose mediante la URSS iba cambiando de lideres.  

Pero volviendo a nuestro protagonista. Stalin logro, luego del fin de la guerra expandir las fronteras de su patria, la ya extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (en ruso: Союз Советских Социалистических Республик) abreviada URSS (CCCP), por mitad del actual continente europeo, evento el cual más tarde el Primer Ministro Británico Winston Churchill (Palacio Blenheim, Reino Unido, 30 de noviembre de 1874-Kensigton, Londres, 24 de enero de 1965) señalaría como: “La Caída de un Telón de Acero”. Un Telón, que, si se me permite añadir, se hizo real con el alzamiento del muro de Berlín, al cual el gran Nino Bravo dedico su canción: “Libre”, para cuando este se alzó Stalin lleva muerto ocho años, pero su legado ya había sido mancillado por su sucesor, el inteligente y bromista Nikita Jruschev, quien al maldecir a Stalin se quitaba gran parte de su responsabilidad en las Purgas y represión sufrida durante los años 30´s en el estado socialista.

Es en este periodo, más concretamente a finales de 1939 que se emplaza la película la cual vengo a reseñar (y a comentar) hoy, durante el aniversario del ocaso de una de las bestias más crueles del siglo pasado.

Y es que la película “The Inner Circle” (En español: El Circulo del poder) del director ruso Andréi Konchalovski (Moscú, Rusia, 20 de agosto de 1937) nos sitúa en un momento histórico sumamente duro para el mundo y en menor medida para Rusia.

Como antes he comentado la película nos sitúa en la Moscú de 1939, la cual al contrario que el resto de capitales, azotadas por la guerra y la destrucción, se encuentra pacíficamente ordenada, adornada por las estatuas de esbeltos obreros que representan el triunfo del progresismo, del Socialismo y del futuro Comunismo al que se aspira.

Es aquí, en la Moscú de los años más peliagudos de la era estalinista, en donde los traidores abundan por todos lados (tanto exteriormente como dentro del estado soviético) y la paranoia junto las inesperadas redadas de la KGB, la aterradora policía soviética secreta (que nada tenía que envidiarle a las SS) son el pan nuestro de cada día.

Pero eso no logra vislumbrarlo nuestro protagonista, el ingenuo e idealista Ivan Sanshin (Interpretado por Tom Hulce) cuyo trabajo en las oficinas de la anteriormente citada KGB es proyectar las películas y obras propagandísticas ideadas por el régimen que alaba. Y es que Sanshin, a lo igual que muchos Comunistas modernos, y también de la época, está enamorado de nuestro georgiano de bigotes insecticos (y no digo esto yo, sino un poeta que fue reprimido durante este turbulento periodo). Incluso es tan grande su amor que quita un retrato del que para él es “Uno de los héroes del SocialismoKliment Voroshílov (Lugansk, Ucrania, 4 de febrero de 1881-Moscú, 2 de diciembre de 1969) sustituyéndolo por el del gran y amoroso Stalin.


Ivan Sanshin. Protagonista de la película, ingenuo e idealista defensor del régimen comunista y de su amo. Stalin.  

La cinta nos presenta también a la que en los primeros minutos de la historia es la mujer de nuestro ingenuo proyeccionista. Anastasia (Interpretada por Lolita Davidovich) una mujer dulce y llena de humanidad, una campesina que llega a la gran ciudad enamorada y que a lo largo de la película se jugara el pellejo por una niña, una pequeña hija de traidores a la patria soviética. Katya (Interpretada por Bess Meyer) cuya historia, paralela a la de Sanshin y su esposa dejará el corazón desgarrado a más de uno viendo la soledad en la que muchos niños soviéticos, cuyos padres eran arrestados, vivían, siendo dejados en centros de acogida, orfanatos (ubicados en iglesias derruidas por el nuevo régimen) en donde se les trataba con una rectitud cuasi militar.


Anastasia. La esposa de Sanshin. Cuya evolución durante la cinta es desgarradora. 

Como antes he escrito estos tres personajes serán el centro de la obra, estrenada en nuestro país un 28 de febrero de 1992 (mismo día en que Stalin, resguardado en su dacha en Kúnstevo, a las afueras de Moscú, sufrió una apoplejía que lo dejaría agonizando por cuatro días de terrible sufrimiento y dolor)

Por un lado, la paupérrima y dificultosa vida de Sanshin se verá sumamente mejorada al acceder, sin quererlo ni beberlo, a su amado líder. Y es que una noche la KGB se lo llevará a él, pero no para asesinarlo en algún oscuro sótano o celda, no, lo llevaran directamente al Kremlin, en donde se convertirá en el proyeccionista de Stalin y su sequito formado por Gueorgi Malenkov, quien más tarde sería su sucesor (Interpretado por Valentin Cheryakov), Viacheslav Molotov (Interpretado por Viktor Balabanov), Mijaíl Kalinin (Interpretado por Viktor Uralskiy), Lazár Kaganóvich (Interpretado por) y el temido jefe de la policía secreta, Lavrenty Beria, (Interpretado por Bob Hoskins). Sequito, el cual veremos pose sus propios intereses y conspiran uno contra otros con el objetivo de ver la luz de un nuevo amanecer.


Stalin y su circulo interno. Los hombres que atemorizaron a la Unión Soviética. 

Es junto a estos y en este ambiente de conspiraciones y paranoia que pasaremos por los sucesos más importantes del régimen estalinista, el cumpleaños número sesenta y dos de Stalin, el inicio de la Operación Barbarroja el 22 de junio de 1941 y la Muerte del mismo dictador soviético, quien tras, como antes he comentado, cuatro días de agonía, daba un último aliento el 5 de marzo de 1953, fecha en la cual la historia nos ofrece su conclusión.

Para ese año Sanshin es un hombre cambiado, su esposa (atención Spoilers) ya no está con él, debido a que se ha suicidado tras pasar dos años siendo la concubina de Beria, conocido por violar a las mujeres de sus amigos y a niñas que, además, si se resistían eran estranguladas y escondidas en su jardín. (o al menos eso dice la leyenda)

Es en ese momento de soledad, no solo sexual, si no afectiva, ya que Sanshin pierde la fe y el amor por Stalin debido a la muerte de su esposa, que Katya, ya de diecisiete años regresa para verlo. Y es que el vínculo que su esposa y la niña formaron es algo que no desaparece y que nuestro protagonista se ve forzado a continuar, primero de manera desganada, luego de forma desesperada al ver a la niña junto la multitud, el día de funeral del querido Stalin, 9 de marzo de 1953, en donde ciento cincuenta hombres, mujeres, ancianos y niños murieron pisoteados ante la impaciencia de muchos que querían ver por última vez al querido “Padre de los Pueblos”, a su líder, a su amo, a su tirano y destructor de sus vidas y libertades.

Es en la escena final donde la frialdad de Sanshin hacia Katya muere, abalanzándose a la muchedumbre para salvar a la niña, quien llorando exclama: “Quien va a quererme ahora, quien va a protegerme ahora que Stalin ha muerto.” La escena culmina con Sanshin abrazándola en el suelo diciéndole las palabras que Anastasia, su difunta esposa, hubiera deseado oír de él, la vez en la que los servicios de acogida Soviéticos se llevaron a la niña.

“Yo te cuidaré, yo seré tú papá, vendrás a casa y todo estará bien.”

Finalmente, la voz de Anastasia se escucha de fondo volviendo a cuestionar a su marido: “¿Ha quien amas más?, ¿A Stalin o a mí?”. Sanshin en verdad había respondido antes a la pregunta, a mitad de la cinta, Stalin era su amor, era su vida, era el ángel que custodiaba a la patria y sus vidas. Pero con su muerte el hechizo del monstruo se había roto y Sanshin, admite que su verdadero amor, su verdadero ángel era Anastasia.

 

La cinta, para ir acabando con este escueto comentario, nos muestra no solo una historia política llena de conspiraciones y dramas, sino también una de amor, de amor hacia la verdad y hacía una libertad que solo se encontró el día de navidad de 1991, cuando la bandera soviética fue desanclada y la bandera de una Rusia humana, más justa y libre se alzó. O al menos esa era la idea inicial de aquel proyecto que es la actual Federación Rusa.

Pero eso, como se suele decir, es otra historia.

 

Recomendada para todo amante o deseoso de conocer la historia de la Unión Soviética o aquellos que como Sanshin estén ciegos de corazón.


                                                                                    - El Novel Eterno, 5/03/2023. 


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