BULLET TRAIN, UNA DIVERTIDA PELÍCULA DE ACCIÓN SOBRE LOS CAPRICHOS E HILOS DEL DESTINO.
Ir al cine es algo que desde siempre me ha fascinado y aunque quienes me conocen saben que soy más un seriefilo que otra cosa el séptimo arte siempre ha tenido, no solo mi respeto, si no mi admiración e inmenso disfrute. Desde las cintas de mi querido Tarantino hasta las tan expresivas y sutiles cintas en blanco y negro de Charles Chaplin el cine es una cosa que generación a generación nos ha entretenido, maravillado y hecho reflexionar.
Es por esto, la reflexión, que hoy me siento en la obligación, de como siempre hago en mi humilde blog escribir una reseña de una película la cual tengo la buena suerte de anunciar esta hoy día en las taquillas y podéis ir a verla (cosa que aliento hacer a todo el que me esté leyendo), su nombre, Bullet Train (En Español: Tren Bala), película de comedia y acción dirigida por el para mi hasta ahora desconocido David Leitch (Kohler, Wisconsin, 16 de noviembre de 1975) director de las aclamadas y divertidas películas del antihéroe “Deadpool” (2016) y “Deadpool 2” (2018).
La historia nos sitúa en Japón, Tokio, donde Yuichi Kimura, interpretado por Andrew Koji, impotente contempla como su hijo se encuentra sumido en un coma producto de una caída de una azotea. Más pronto que tarde el personaje, quien está convencido de que alguien tiro a su hijo de susodicho lugar, buscará venganza adentrándose en el mismo tren dirección a Kioto en el que se subirá nuestro protagonista “Mariquita” (en Inglés: Ladybug) interpretado por el famoso Brad Pitt, un sicario que sufre de un brusco temperamento y enojos el cual se encuentra suplantando a un compañero en una misión en el País del Sol Naciente quien, como he dicho se adentrará en el tren bala en busca de un maletín que tiene la pegatina de un tren (un objeto de suma importancia y que será el hilo conductor que una a los personajes principales), maletín que están buscando (luego de perderlo) dos asesinos profesionales, Limón, interpretado por Brian Tyree Henry y Mandarina, interpretado por Aaron Taylor-Johnson, quienes a su vez se les ha encomendado la misión de proteger y cuidar al hijo de La Peste Blanca, interpretado por el gran Michael Shannon, un cruel y despiadado mafioso ruso que veinte y seis años antes ascendió en los puestos de poder de la Yakuza luego de asesinar a su mentor, convirtiéndose en el hombre más poderoso en el mundo Underground del Japón que se nos presenta en la obra.
Por su parte Yuichi se encontrará con Príncipe, interpretada por la actriz Joey King, una dulce y encantadora jovencita cuya intención es asesinar a La Peste Blanca por motivos desconocidos, utilizando para esto a Yuichi, quien deberá obedecerla si no quieren que acaben con la vida de su indefenso hijo comatoso.
La película nos presenta finalmente a El Lobo, interpretado nada más y nada menos por el cantante Bad Bunny 😱😱 (sí, yo me quede de piedra al descubrir que era este último), un mafioso mexicano quien busca venganza por la muerte de su amada, envenenada el día de su boda por nuestro protagonista y Aguijón, interpretada por Zazie Beetz, una asesina también responsable del asesinato de la mujer de Lobo, quien busca desesperada el maletín.
El destino de estos personajes como antes he dicho se unirá gracias al dichoso maletín, que será el vínculo que haga avanzar la trama, una trama que a pesar de sus chistes socarrones y algo sacados de tono, sus excesivos flashbacks y escenas de acción que en cierto punto recuerdan a las realizadas en Django: Desencadenado o Kill Bill de Quentin Tarantino, con increíbles remixes y canciones como “Houlding Out for a Hero” de la hermosa Bonnie Tyler, en Japonés o del mismísimo Alejandro Sanz, no deja de recordarnos una y otra vez ese mensaje profundo que transmite y es que como he escrito antes en el título de esta entrada es que el destino es caprichoso y es algo contra lo que no se puede luchar, sean cosas buenas o malas el destino, ese karma, tan presente en la variante india del Budismo y el taoísmo, acabará sucediéndonos, siendo nosotros los que debamos afrontarlo o caer de rodillas ante él, como bien enseñaban los antiguos filósofos estoicos.
Bullet Train es en efecto una película entretenida que fuera de su mensaje profundo nos deja una cinta disfrutable para los grandes amantes de la acción o de aquellos que deseen echarse unas cuantas risas escuchando chistes malos.
Por mi parte solo queda decir que en mi opinión David Leitch ha realizado un gran trabajo, no solo de montaje, edición o reparto, sino que también narrativamente ha ofrecido un gran producto el cual poder vislumbrar, de hecho, no sería descabellado que afirmará que Leitch es un digno sucesor de Quentin Tarantino, quien parece ser se ha retirado finalmente del mundo del cine.
Lo dicho, entretenida y profunda cinta estadounidense la cual no podéis perderos, ¿A qué esperáis para subiros al tren?
Desde tiempos inmemoriales el mayor temor del ser humano no ha sido otra cosa que lo desconocido. En efecto puede asustarnos los cuchillos, los lugares cerrados (claustrofobia) o incluso seres tan inocentes y bonachones (a primera vista como no) como los Payasos (Clourofobia), pero ninguna fobia o terror es más pura que el temor a lo desconocido o a lo sobrenatural y es que este miedo esta patente en miles de obras cinematográficas, desde la famosa saga de “El Conjuro” (en Inglés: The Conjuring) del brillante James Wan (creador de la aún más famosas pero ya gastadas películas de Saw o el Juego del Miedo en Hispanoamérica) hasta cintas como la clásica el Exorcista o la Monja nos muestra que ya sean fantasmas o eventos sobrenaturales nuestro mayor terror no es aquel que el que uno no puede comprender.
En literatura este género pose
nombre propio, el terror cósmico, el cual nació con mi querido y amado H.P.
Lovecraft (creador de obras tan interesantes como La Llamada de Cthulh de1928, el
Horror de Dunwich de 1929 o El caso de Charles Dexter Ward de 1943) y que con su famoso “circulo”
ha perdurado hasta nuestros días.
Teniendo esto en mente podemos
catalogar la película de la cual vengo a comentar hoy como un subproducto de
este género tan rico e interesante (el cual animo a todos descubrir ya sea
gracias a Lovecraft como a cualquiera de sus sucesores en el Universo
Lovecraftiano) la cual seguramente no dejará satisfechos a muchos.
¡Y es que NOP! del director Jordan Peele, famoso por cintas
como “Déjame Salir” (en Inglés: Get Out) del 2017 o Nosotros (en Inglés: Us)
del 2019, puede parecer a primera vista una obra algo inconexa la primera vez
que se ve.
La trama, como toda buena historia
de terror nos presenta a OJ (Interpretado por Daniel Kaluuya) quien junto su
padre, el viejo y veterano Otis Haywood Sr. (Interpretado por Keith David),
ambos descendientes del jenite que apareció en el famoso experimento visual de
1878 “El caballo en movimiento” (en inglés: Race Horse) de Eadweard Muybridge
(9 de abril de 1830-8 de mayo de 1904), entrenan caballos para venderlos a las películas
y súper producciones de Hollywood. Un buen día, desgraciadamente el padre de OJ
(acrónimo para Otis junior) muere al caérsele desde el cielo una moneda que le
penetra el ojo izquierdo.
A pesar de la dura perdida los
Haywood deben levantar cabeza y continuar con su negocio fracasando
estrepitosamente en la venta de un caballo llamado “Suerte”. En esta parte se
nos presenta a la hermana del protagonista, Emerald (interpretada por Keke
Palmer) quien va a pasar unos días en el rancho de su hermano quien vende a la
yegua a Ricky “Jupe” Park (Interpretado por el surcoreano Steven Yeun) un ex–niño actor propietario del parque Jupiter´s Claim quien a su vez se encuentra
relacionado con una terrible tragedia acontecida en 1998 durante un show
infantil en donde un mono asesino a varios de los actores participantes tras
sufrir un ataque de pánico.
Hasta aquí todo normal y corriente,
pero más allá del ambiente tejano o el look vaquero que destila nuestros
personajes (en exclusiva Emerald) extrañas cosas empiezan a suceder, los
caballos empiezan a huir y a perderse a lo igual que la conexión o aparatos electrónicos
de la lejana granja en donde viven, pero esto no será lo peor ya que OJ, quien
emprende una búsqueda de uno de sus caballos, Fantasma, el último corcel en el
cual cabalgo su padre antes de ser atravesado por un moneda, más pronto que
tarde descubrirá que ni él ni su hermana están solos en aquel rancho perdido de
la mano de Dios ya que un OVNI (por sus siglas en inglés: U.F.O.), un Objeto
volador no Identificado, parece acecharlos y acosarlos listo para abducir y
echar del terreno que reclaman como suyo a nuestros dos protagonistas a los que
se les unirá un tercero, Ángel Torres (Interpretado por Brandom Perea) un
empleado en una tienda de tecnología quien ayudará a nuestro dúo de hermanos a
filmar en cámara a lo que parece ser el nuevo fenómeno OVNI del momento.
Hasta aquí es todo lo que puedo revelaros de la película, ya que deseó que aquellos a los que haya logrado captar la atención vayan a vérsela sin saber nada más de la obra.
Concluyendo solo me queda decir que para ser la
primera cinta que veo del señor Peele me ha gustado mucho y ánimo, como siempre
digo a ir a verla al cine, sobre todo en estos tiempos, ya que, hasta la fecha,
está en cartelera.
EL FARO: EL TEMOR DE LOS SIETE MARES
La mar ha sido si
mpre fuente de miles de historias de
terror, y no es descabellado pensar que la Talasofobia, o sea, el temor
irracional al agua o al mar, se haya visto, en muchos sujetos, sobre todo
jóvenes, aumentado gracias a los libros, películas o documentales que se han
realizado de este entorno natural que para mí tiene un significado sumamente
especial y familiar, ya que como mis escasos lectores sabrán nací en una ciudad
costera donde la mar significa todo, pero volviendo al tema…
Es cierto que muchos sujetos, en especial los más jovencitos,
tienden a pasar agonizantes experiencias cuando se realiza un primer contacto
con el agua, no solo por ser la primera vez en la que se el infante se separa
de los padres, figuras que durante los primeros años de su vida están
destinadas a protegerles de todo daño exterior, sino que además, debido a la
anteriormente mencionada Talasofobia, el miedo primigenio del ser humano, es
decir, el miedo a lo desconocido se despierta en nosotros, temiendo no solo por
no tener a una persona a la que agarrarnos, si no a que algo, algún ser de las
profundidades nos arrastre junto a él al fondo del mar, donde la oscuridad más
perpetua y el frío más mortal son rey y reina.
Introducciones aparte, como bien habéis podido leer por el
título hoy vengo a hablaros de una cinta que visualicé en pleno verano y que
hoy, a tres años de su estreno, y con el inicio del “Mes del Terror” doy el
lujo de ser reseñada por mi persona.
Y es que El Faro (en Inglés: The Lighthouse) del director Robert Eggers (aclamado director de la ya reseñada “The Northman”) nos muestra, esto según las miles de reseñas que tratan de darle explicación a su ambigüedad de una versión modernizada y aterradora del famoso mito de Prometeo, mito en el cual los hermanos, Prometeo y Epimeteo, encargados de distribuir las capacidades y atributos de los seres vivos se ven obligados, sobre todo el primero, luego de cometer el error de malgastar los diversos atributos con los animales, robarle el fuego a los dioses y ofrecérselo a los humanos, haciendo posible así el nacimiento de la civilización humana. Otros a parte también afirman que esta cinta trata de otra cosa que una versión adaptada del famoso cuento del escritor Edgar Allan Poe que posee el mismo nombre.
Pero en mi opinión la cinta no tiene nada que ver con estas dos tesis, si no que muestran y más aún crean una magistral obra de terror cósmico-onírico de tipo Lovecraftiana la cual, por si fuese poco, cuenta con la participación de dos grandes actores, que no son otros que Willem Dafoe y Robert Pattinson (sí, el vampiro brillante de la saga Crepúsculo, adaptación cinematográfica de los libros del mismo nombre, que por si fuera poco mutilo el mito del vampiro como lo conocemos) en los que en mi opinión han sido los mejores papeles de sus vidas, si no contamos la participación de Dafoe en la adaptación cinematográfica del súper héroe Spiderman o la reciente aparición de Pattinson como Bruce Wayne o Batman, el vigilante y antihéroe de Gotham.
Como tal y ya yendo al grano la cinta nos presenta a los dos personajes interpretados por estos dos actores, Thomas Wake (Willem Dafoe), un viejo marinero que habita en una isla remota en el Norte de Inglaterra y a Winslow (el anteriormente mencionado Robert Pattinson), un recién llegado quien, entre otras cosas tendrá que convivir con su superior, el Capitán Wake, realizando los quehaceres más insignificantes como son limpiar la casa en donde vive junto su superior, pescar o vigilar el consumo de raciones, pero más pronto que tarde nuestro protagonista será víctima del entorno en el que vive por dos largas semanas, puesto que en la isla no solo habitan gaviotas o cangrejos, ya que, parece ser, una extraña e inaccesible entidad habita en lo más alto del faro, el cual, como en cualquier isla o cabo remoto avisa a los navegantes de su presencia.
Como tal esto es lo máximo que como ya sabéis deseo contaros de esta cinta, ya que mi intención es, si no la habéis visto, que podáis verla e interesaros por la cinematografía de su autor, quien junto “The Northman” se ha convertido en uno de los directores que más respeto en la cada vez más tullida industria del séptimo arte.
Recomendada para todo aquel que deseé experimentar el más puro terror psicológico y Lovecraftiano o para todo aquel que dese, de una vez por todas, superar su miedo a la mar.
...........
ALL HALLOW´S EVE Y LA SAGA TERRIFIER: TERROR Y PAYASOS ASESINOS. UNA ODA A LAS PELÍCULAS DEL GÉNERO DE LOS 80´s.
Sabéis que en mi cuenta he comenzado a realizar reseñas de todo tipo de material audiovisual que encaja en lo que denominamos como “género de terror” y es que como podéis comprobar en el calendario estamos en octubre y la situación lo amerita.
Por mi parte, todos los que habéis estado viendo (escasamente) está página como mis redes sociales habréis vislumbrado que ya he realizado cinco reseñas que podemos enmarcar durante este “Mes del Terror” que he iniciado y acabará el 31 del mes.
Pues bien, está es la publicación especial. Durante este mes habéis podido leer de mi puño y teclado todo tipo de recomendaciones y criticas personales que he realizado a obras del séptimo arte del terror, “El Faro”, “Museum”, “Hellsing” y muchas más han sido las que he estado posteando en este, como digo, humilde blog apartado de la mano de Dios en un remoto rincón de Internet.
Veréis, hoy es 31 y eso, como sabéis significa una cosa.
¡Es Halloween!
Y no quería irme sin antes haceros una sorpresa muy especial en este truco o trato que mantengo con vosotros. Y es que hoy, por primera vez en la historia de mi página web (que es tan solo un bebé con pañales) os traigo una TRIPLE review sobre tres grandes películas del género de miedo, más concretamente del género conocido como “slasher”, ya sabéis, ese en donde hay sangre y tripas a borbotones.
Tres películas las cuales recomiendo encarecidamente ver en una maratón junto vuestras familias o amigos en esta noche previa al 1 de noviembre, en donde las almas de nuestros seres queridos pueden entrar en nuestro mundo y acompañarnos.
Pues bien, no quiero ponerme pesado que ya sabéis que tiendo a irme por las ramas.
Amigos, brujos, brujas. ¡Empecemos!
La primera de estas películas que vengo a recomendaros para que paséis una noche de miedo y terror sin límites no es otra que, All Hallows Eve (por su traducción al español: La víspera de Halloween) es una película de género independiente del 2013, producida y dirigida por el aquel entonces novato director Damien Leone y cuyo argumento nos sitúa en esta misma noche, si en Halloween, en una ciudad americana, en una casita donde Tia (Interpretada por Sydney Freihofer) y Timmy (Interpretado por Cole Mathewson) vuelven a su hogar luego de una noche en donde han ido puerta por puerta pidiendo caramelos y asustando a los más chicos (o al menos a los más pequeños que ellos, ya que son preadolescentes).
Sea cual sea el caso los niños vuelven a casa, donde les espera su niñera, Sarah (Interpretada por Katie Maguire) quien se sorprende luego de descubrir que entre las pertenencias que los menores han recogido durante la noche se encuentra nada más y nada menos que una cinta V/H/S (ya sabéis esas cintas que tiene vuestra abuela o madre en casa y en donde está gravada vuestra primera comunión).
Intrigada la niñera pregunta quien les ha dado eso y se niega a la insistencia de los niños, quienes desean ver la cinta, a ponerles un material totalmente desconocido.
Sin embargo, los críos logran romper la frágil paciencia de la niñera y junto a ella se ponen a vislumbrar la cinta, la cual sin ellos saberlo ira narrándoles tres historias de terror (la cual el espectador podrá ver junto a estos) cada una más macabra que la anterior, las cuales parecen ser están interconectadas por una extraña figura, un hombre con un traje de payaso, quien someterá a los participantes de susodichas grabaciones a horrores y torturas inimaginables.
Ya que me conocéis no me gusta decir Spoilers de nada, así si deseáis saber cómo continua la historia de “La víspera de Halloween” tendréis que vérosla.
Continuando, Terrifier es una trilogía que actualmente se encuentra incompleta, contando con dos partes solamente.
Terrifier, del 2016 y Terrifier 2, estrenada este año presente, 2022.
La trama como tal, nos sigue mostrando la típica historia estadounidense de peli de miedo, dos muchachas, Tara (Interpretada por Jenna Kanell) y Dawn (Interpretada por Catherine Corcoran) se encuentran volviendo de una fiesta en la noche de Halloween, cuando una de estas se tropieza con el conocido antagonista de la primera parte, Art el Payaso (Interpretado por el fenomenal David Thornton) quien, en un principio inofensivo, se acercará a las chicas gastándole severas bromas pese a la desconfianza de Tara, la cual luego de tener un encuentro con este en una cafetería y después de descubrir que las ruedas del coche de su amiga están pinchadas, decidirá llamar a su hermana Victoria, quien a la postre se convertirá en la única persona superviviente de la masacre que Art realizará durante la cinta con una brutalidad exquisita.
Finalmente nos encontramos con Terrifier 2 estrenada el 6 de octubre de este año, cuya premisa nos sitúa nada más acabar la primera película de la franquicia, donde nuestro querido payaso asesino ha revivido de entre los muertos listo para liarla parda otra noche de Halloween más. Pasa un año de los sucesos de la película y esta vez nuestros protagonistas serán la bella Sienna Shawn (Interpretada por Lauren LaVera) cuyo hermano pequeño, de tan solo 12 años de edad, Jonathan (Interpretado por el genial Elliot Fullman) se encuentra sumamente obsesionado por la figura de Art y los recortes de periódico que su padre, fallecido tras suicidarse en extrañas circunstancias debido a un cáncer cerebral, ha dejado en su diario, el cual nos contará como este dúo de hermanos deberá enfrentarse al malévolo payaso y la aterradora entidad paranormal que lo acompaña, derrotándolo, haciendo cumplir la extraña profecía que el padre de los hermanos dibujo en su cuaderno, donde Sienna, disfrazada como un personaje parecido a un ángel (vestido que llevará la noche de Halloween como si de una especie de heroína se tratará) decapita y pone fin al malévolo payaso.
Como tal está película, deciros que ha provocado desmayos y que como tal contiene aún más brutales y desgarradoras muertes que su precuela.
Sin embargo, ambas cintas, pese a su destilado olor a serie B a lo más puro estilo Rob Zombie, son una maravilla que, de manera revolucionaria no solo ha causado ampollas en las personas más fundamentalistas de la audiencia quienes se han batido contra la cinta para boicotearla, sino que, polémicas aparte hace un muy merecido homenaje a esas películas tan sangrientas de la generación de nuestros padres.
Antes de irme, como no, he de dedicarle unas cuantas palabras al ya icónico Art, a quien he visto crecer a lo largo de estas dos cintas y la antología de All Hallow´s Eve para solo decir que en un futuro será recordado como uno de los grandes psicópatas y asesinos a la altura de Jason o el descarado Freddy Krueger (deciros también que el mismo King a alabado al personaje de Leone) así como un futuro personaje en que disfrazarse mundialmente en las próximas festividades de Halloween.
Finalmente, con todo esto dicho, deciros lo de siempre, recomendar está película a todo fan del shlasher y el terror más ochentero que deseé disfrutar de lo más clásico e original del cine de terror o solo de una película que, aunque gore destaca por sus personajes y su singular antagonista.
Nos vemos en la próxima.
Hasta el octubre que viene mis amores. 😘😘😘
- El Novel Eterno, 31/10/2022.
...........
PARÁSITOS: TERROR Y MOFA DEL MUNDILLO SOCIAL SURCOREANO.
Buenas mis queridos lectores. Antes de comenzar con esta
nueva reseña que vengo a ofreceros, primero que nada, dejad que os felicité la
entrada de este año nuevo, 2023, el cual espero este lleno para vosotros de
dicha, fortuna y alegría.
Ahora, felicitaciones a parte hoy vengo a hablaros por
primera vez de una película no solamente reciente, ya que se realizó en 2019
(antes de que la pandemia de COVID estallará hace solo cuatro años), si no la
primera cinta de cine asiático que voy a comentar en este, mi humilde blog.
La cinta, cuyo título ya habréis leído en el título de esta entrada no es otra que “Parásitos” (en inglés: “Parasites” o en su coreano original: 기생충 algo así como Gisaengchung) cuyo director, Bong Joon-ho (14 de septiembre de 1969, Daegu, Corea del Sur) ganó por esta obra en el Festival de Cannes de aquel año (en donde se estrenó por primera vez antes de llegar a los cines) la Palma de Oro, siendo la primera cinta asiática (que los lectores me corrijan si fallo) que se ha llevado tal nominación.
Ahora, muchos os preguntaréis, “Novel, ¿Por qué has tardado
tanto en verla?”. Bueno, digamos que he estado liado, sobre todo tratando de
sobrevivir al confinamiento, estudiando para superar el Bachillerato (y ahora
la Universidad) y otras muchas cosas más que han pasado en estos cuatro años
que se me han pasado en un pispás.
Pero volviendo al tema principal, “¿De qué va “Parásitos?”.
Sin contar Spoliers claro.
Pues bien, esta obra venida de Corea del sur, un país que en
las últimas décadas ha enamorado al público español gracias a las famosas
canciones de K-Pop, con bandas tan internacionalmente conocidas como BTS, nos
pone en la piel de una familia sumamente pudiente, mejor dicho, sumamente
pobre, quienes viven en una zona de suburbios en un piso que se encuentra bajo
el suelo, pequeño, lleno de cosas destartaladas y sumamente sucio.
Esta familia está capitaneada por Ki-taek (Interpretado por
el excelente Song Kang-ho, quien si se me permite añadir me parece el más
prolifero e increíble actor venido del país surcoreano), cuyo hijo, Ki-woo
(Interpretado por Choi Woo-shik) recibe la visita inesperada de un amigo, Min
(Interpretado por Park Seo-joon), quien debido a su carrera universitaria
deberá marcharse al extranjero le pide a su amigo de clase baja que lo suplanté
(a pesar de que no está calificado) como profesor de las clases de inglés de
una niña, cuya familia es sumamente adinerada. Ki acepta la petición y luego de
que él y su hermana, Ki-jung (Interpretada por Park So-dam) falsifiquen los
papeles necesarios, se dirigué a la casa de esta rica familia, cuya matrona,
Choe (Interpretada por Choe Yeon-jeong), luego de hablar con él y ponerlo a
prueba lo contrata como profesor de inglés suplente para su hija, Da-hye
(Interpretada por Jung Ji-so). Viendo que está familia a pesar de ser
apestosamente rica necesita de la ayuda de los demás en ciertos aspectos Ki
urde un plan el cual consistirá en ir contratando poco a poco, bajo falsas
identidades, a los miembros de su familia, quienes entre otras cosas se
aprovechan de la falta de inteligencia y astucia de estos ricos y pastosos
surcoreanos para ir sacándoles el máximo redito posible y así asegurarse un
trabajo estable, para, si eso, salir de la pobreza en la que están metidos.
Sin embargo, esto último parece truncarse, luego que la
anterior ama de llaves de la casa de los Da, una señora anciana llamada Moon
(Interpretada por Lee Jung-eun) sea expulsada debido a las tropelías de esta
familia de extorsionadores (que vale, ser pobre no es bonito, pero una cosa es
la pobreza y otra la humildad), quienes un día, mientras la familia de ricos
afortunados aprovecha para sacar a su hijo, Da-song a acampar (Interpretado por Jung
Hyun-joon) ellos se instalan en la casa, siendo interrumpidos por la anciana
ama de llaves quien ha venido a recoger unas cosas olvidadas en el sótano de
las casa.
A partir de aquí la película dará un giro de 360 grados y
luego de que los Ki descubran el aterrador e inhóspito secreto que se oculta
bajo la casa de los Da, tratarán de solucionar el enrollo que han causado,
mientras que aquello que se esconde en el sótano desea salir a la luz.
Hasta aquí es lo máximo, como sabéis, puedo hablaros. Tan solo deciros que Parásitos me ha impresionado sumamente, siendo la primera película de este guionista y director que he visualizado, encontrándome sumamente entretenido por una historia cuyo desarrollo es sumamente inesperado.
Recomendada para todo aquel amante del cine asiático o para aquellos que deseen quedarse con la boca abierta a mitad de la cinta.
Feliz año a todos y que los 364 días que nos quedan los
vivamos entre risas, disfruté y como no, las reseñas de este, vuestro blog.
- El Novel Eterno, 2/01/2023.
...........
LLAMAN A LA PUERTA: UNA VERSIÓN REFRESCANTE DEL FIN DE LOS TIEMPOS Y EL APOCALIPSIS.
El fin del mundo es un tema recurrente. Tanto en la religión cristiana el apocalipsis y el fin de los tiempos es algo muy presente en el imaginario colectivo con figuras como los cuatro jinetes, tan utilizados en producciones mitológicas o series como “Sleepy Hollow” (2013-2017).
También el fin del mundo conocido se encuentra en muchas otras religiones, a parte de la cristiana, en el hinduismo, el islam (al que se le conoce como “Yawn al-Qiyāmah, en árabe: یوم القيامة) o el conocidísimo apocalipsis nórdico, el Ragnarök, una guerra entre las deidades del mundillo vikingo.
Por lo que podemos comprobar el Apocalipsis es, como antes he escrito, un tema muy recurrente por no decir aburrido y repetitivo. Sin embargo, lo que me llevó a ver está cinta no fue solo su temática apocalíptica/distópica in extremo. Si no la sutileza y el dinamismo con que el que lo trata y lo muestra a su público.
En esta película, lector que me está leyendo, aquí, en otra entrada más de mi blog, no pienses que vas a ver rascacielos en llamas o centenares de personas aglutinadas pisándose unas a las otras aterradas tratando de escapar de una inevitable muerte producto de un tsunami o terremoto impresionante, ya que en “Llaman a la Puerta” (en su idioma original anglosajón: Knock at the Cabin) del director hindú Manoj Night Shyamalan, adaptación de la obra “La Cabaña del fin del mundo” del norteamericano Paul Tremblay (cuyo libro un amigo mío tiene firmado y dedicado), la acción se realizará en todo momento y con sumo lujo de detalle (y algo de gore, no voy a engañaros) en una cabaña, una casita de campo apartada de la civilización en plena naturaleza.
En esta Andrew (Interpretado por Ben Aldridge) y Eric (Interpretado por Jonathan Groff), un matrimonio homosexual, han ido a pasar unos días de descanso junto su hija, la pequeña niña de seis años Wen (Interpretada por Kristen Cui) cuando, un día, mientras la pequeña e inocente Wen se encuentra coleccionando saltamontes, un hombre, más alto que un pino y como un armario, Leonard (Interpretado por Dave Bautista) se presentará ante la pequeña niña seguido por un grupo de desconocidos, Sabrina (Interpretada por Nikki Amuka-Bird), Adriane (Interpretada por Abby Quinn) y Redmond (Interpretado por Rupert Grint). Estos, portando armas fabricadas caseramente tocarán a la puerta y entrarán (mediante la fuerza bruta) a la casa donde Andrew y Eric están descansando, amordazándolos y haciéndoles comprender la misión que han venido a hacer.
Evitar el fin de la raza humana.
Y para evitarlo nuestros protagonistas deberán de elegir quien de los dos va a ser "sacrificado" para tal noble acto.
Hasta aquí, como sabéis es lo que puedo confesaros de la trama, ya que a pesar de que no hay muchos giros de guion, la historia sí que nos deja muchas veces dudando sobre si las locuras, más parecidas a las enajenaciones de un culto o secta religiosa que Leonard y sus seguidores predican, son en verdad reales o si lo que las imágenes de las noticias, que muestran catastróficos accidentes como inundaciones, terremotos, caídas de aviones en picado y tormentas eléctricas no son más que meras grabaciones producto de un montaje para hacer encajar una trama de asesinato y mutilación a dos homosexuales que poco o nada le deben a la sociedad salvo las amenazas y la discriminación constante que se les realiza, aunque ya sea algo más reducida que en épocas pasadas.
La historia, digna de un thriller psicológico, nos ofrece una visión innovadora sobre el fin de los tiempos, además de hacernos surgir, mediante el personaje de Andrew (quien es más escéptico) si de verdad, como antes he escrito, el fin de los tiempos está cerca y más aún, si depende que ellos elijan acabar con la vida de su contrario, su alma gemela de la cual están profundamente enamorados.
Así, pues, y para ir terminando, la obra nos ofrece ya no solo una renovación del apocalipsis. Si no que nos brinda un espectáculo de emociones ante lo inevitable, el fin de todo lo que conocemos.
Altamente recomendable para todo aquel fan de todo lo que tenga que ver con el apocalipsis o para aquel que deseé ver una historia de suspense y de tensión que no dejará a nadie apartar los ojos de la pantalla.
- El Novel Eterno, 05/02/2023.
..........
MAY WAY: O LA COMPLEJIDAD DEL SER HUMANO EN TIEMPOS DE GUERRA.
La guerra es algo intrínseco en nuestra especie.
Muchos eran los intelectuales y filósofos que alababan la guerra como era el caso de Oswald Spengler (Blankenburg, 29 de mayo de 1880-Múnich, 8 de mayo de 1936) filosofo e historiador alemán quien admiraba a las figuras cesarianas tales como lo fueron Benito Mussolini y muchos otros.
La saga de videojuegos Fall Out también nos muestra, con una frase muy famosa lo que es la guerra: “La Guerra nunca cambia” y es cierto. Actualmente el conflicto entre Rusia y Ucrania ha vuelto a prender la llama de ya no solo una nueva división del mundo en tres bloques enfrentados. Si no la posibilidad de una nueva contienda la cual, seguramente, lleve a la raza humana a su total obliteración.
Y es en estos momentos. Cuando el mundo se encuentra convulsionando y azotado por la maldad que el cine, esa válvula de escape la cual he y sigo admirando desde mis años mozos como joven cinéfilo, nos muestra tanto aquella cara admirable y bella del ser humano y aquella repugnante y deplorable.
Es por ello que en My Way (en su coreano original: 마이 웨이. Mei Wei) nos muestra esas dos facetas humanas.
La historia nos trasladará en un principio a la Corea ocupada por los japoneses donde un joven, Kim Jun-shik (Interpretado por Shin Sang-yeob) disfruta realizando atletismo, corriendo en cada maratón a la que se le permite asistir.
La vida del joven cambiará luego de encontrarse con su rivalidad, el adinerado y como no, japonés (en aquella época Japón trataba a los coreanos como personas racialmente inferiores) Tatsuo Hasegawa (Interpretado por Joe Odagiri) quien igual de joven que él. Los niños, a lo largo de los años competirán en varias maratones, creándose entre ellos ya no solo lazos de amistad sino también de competitividad. Saliendo a correr para ver quien es mejor que el otro.
Pero un terrible e inesperado ataque terrorista que se saldará con la vida del abuelo de Tatsuo (Intepretado por Isao Natsuyagi) romperá la amistad que nuestros jóvenes protagonistas han ido adquiriendo. Haciendo que muchos años después, en 1938 vuelvan a encontrarse para competir en una nueva carrera, la cual amañada por los nuevos amos japoneses ofrece la victoria a Tatsuo (quien queda en segunda posición).
Es tras esto que, después de una revuelta en donde japoneses y coreanos, sometidos al yugo imperialista de los primeros, la vida de Kim Jun-Shik y sus amigos cambiará de manera drástica ya que serán, como castigo por su insolencia, enviados al frente en Mongolia para luchar en nombre del Emperador.
Llegado a este punto Kim y sus camaradas coreanos, Choon-bok (Interpretado por Kim Hee-won) y Lee Jong-dae (Interpretado por Kim In-kwon) entre otros tendrán que verse sometidos al orden marcial y humillaciones que los japoneses les imponen. De manera cruel vemos no solo como les insultan, si no que inclusive el propio Tatsuo, quien convertido en coronel se vuelve el superior de Kim y su grupo, el 9º Pelotón, enviándolos a morir en un ataque suicida fallido en el río Khalkhin. En donde tanto el cómo los coreanos serán enviados a la Unión Soviética, a Perm, en donde deberán trabajar en un campo de trabajo soviético, los desgraciadamente ignorados gulags (cuya representación en la película nos hace ver que el matadero creado por los Soviéticos poco o nada debe envidiarle al que crearon e institucionalizaron los Nazis durante el Holocausto. Pudiendo ver la maldad extrema en escenas donde quienes ya no son aptos para trabajar son enviados a ser quemados en los hornos del campo).
Allí Tatsuo probará de su propia medicina, pero de igual manera los coreanos deberán someterse al yugo de uno de sus mismos compatriotas, Jong-dae, ahora Antón, quien de manera vengativa someterá a los nipones al mismo trato vejatorio al que estaban sometidos en Mongolia.
La historia, nos volverá a ofrecer otro giro cuando nuestro dúo deberá alistarse al Ejército Soviético gracias a la Invasión alemana a la URSS, siendo enviados a Dedovsk, en donde nuestros dos protagonistas sobreviven por suerte. Viéndose obligados a marchar por las frías tierras de Rusia hasta ser capturados de nuevo. Esta vez por los Nazis quienes los incorporarán a su ejército en calidad de voluntarios extranjeros.
Como he escrito, la película nos muestra las dos caras que todo ser humano lleva dentro. Por un lado, apreciamos en inmensas escenas el respeto y aprecio que Kim y Tatsuo tienen, pero también vemos la crueldad y maldad de la guerra, pudiendo apreciar, por ejemplo, como en la batalla contra los alemanes los soviéticos, por orden misma de Stalin, atacan a sus propios compatriotas quienes se retiran (suceso que hace que Tetsuo se arrepienta de su comportamiento como coronel del Ejército Imperial Japonés).
La película, la cual fue estrenada en 2011 ganó muy poco y fue un fracaso en taquilla para su director, Kang Je-gyu, quien utiliza una verdadera historia para mostrarnos, como todo buen film asiático, las emociones, luchas y comportamientos del ser humano quien desesperado se ve forzado a batallar y sobrevivir en multitud de entornos hostiles (Mongolia, la Unión Soviética, Normandía).
Así pues, la obra nos muestra también la humanidad y afecto que tenemos dentro, viendo esto en la nueva relación que Kim y Tatsuo irán formando luego de años de humillación y competencia entre ellos.
Altamente recomendada para todo aquel que, a lo igual que yo, disfrute del cine asiático o para quienes deseen ver, no solo escenas de lucha trepidantes si no una lección de humanismo cinéfila.
- El Novel Eterno, 19/02/2023.
...........
THE INNER CIRCLE: UNA VIVISECCIÓN DEL RÉGIMEN ESTALINISTA.
Rusia es un país fascinante. Y no, no digo esto en pos de ofender a nadie o ninguna persona que como yo está viendo la terrible guerra que se está fraguando y sufriendo entre Rusia y Ucrania.
Nos encontramos en los albores de una nueva Guerra Fría (en verdad la anterior Guerra, la que culminó con la caída del Comunismo Soviético nunca acabo si se me pregunta) entre los omnipotentes Estados Unidos de América y sus dos nuevos rivales, Rusia, su vieja enemiga, y China, el nuevo coloso que desea imponer su tiranía en el mundo.
Sé que empezar mencionando la actualidad puede tirar para atrás la elección de leer esta entrada, la cual coincide con un hecho histórico sumamente importante y que está relacionada con la actual Rusia. Es por eso que he comentado que es un país fascinante, no solo por su cultura o difícil idioma (al cual siempre he estado atraído junto al alemán) si no por su historia, que hoy (mejor dicho, mañana porque yo estoy escribiendo esto el 4 de marzo) seguramente ha resonado no solo en los telediarios (con una mención escueta) si no en muchas cuentas, que, como la mía, se dedican vivamente a la historia.
Ese evento de suma importancia y el cual seguramente a abierto comparaciones tediosas con el actual ejecutivo y líder de Rusia, el Presidente Vladímir Putin (amado por unos, odiado por muchos otros) no es otro que el fallecimiento de otro líder del coloso eslavo, que hoy cumple nada más y nada menos que setenta años.
Para los más avispados, saben bien de quien estoy hablando.
Y es que hoy, hace setenta años, un 5 de marzo de 1953 dejaba el mundo lósif Vissariónovich Dzhugashvili mucho mejor conocido por su seudónimo y apodo, Stalin. El Hombre de Acero. Y es que el líder soviético, nacido en Gori, un pueblecito de la minúscula Georgia, un 21 de diciembre de 1878 fue uno de los políticos y dirigentes más importantes del pasado siglo, siendo parte importante en las negociaciones que dieron luz al mundo posterior nacido tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Stalin, también fue un tirano, un déspota y un asesino sin escrúpulos, que a lo igual que Hitler sufría de una megalomanía cuasi mesiánica. Si en el caso del Pintor Austriaco se estaba tratando (según el propio Führer) liberar al mundo de la tiranía judeo-masónica e imponer la limpia y sana raza aria en Europa, Stalin pensaba que él, como sucesor de Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin (22 de abril de 1870-21 de enero de 1924) estaba llevando a la humanidad al futuro, un futuro socialista, en donde todos los proletarios del mundo se mantendrían unidos bajo la bandera de la clase obrera, que no era otra que la Soviética.
Stalin, por muy defensor de la doctrina de “Socialismo en un solo país” se volvió en el Emperador de media Europa al término de la que hasta la fecha es y será por mucho tiempo (y Dios quiera que nunca deje de serlo) la guerra más cruel, sangrienta y devastadora sufrida en la historia de la humanidad.
Pero volviendo a nuestro protagonista. Stalin logro, luego del fin de la guerra expandir las fronteras de su patria, la ya extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (en ruso: Союз Советских Социалистических Республик) abreviada URSS (CCCP), por mitad del actual continente europeo, evento el cual más tarde el Primer Ministro Británico Winston Churchill (Palacio Blenheim, Reino Unido, 30 de noviembre de 1874-Kensigton, Londres, 24 de enero de 1965) señalaría como: “La Caída de un Telón de Acero”. Un Telón, que, si se me permite añadir, se hizo real con el alzamiento del muro de Berlín, al cual el gran Nino Bravo dedico su canción: “Libre”, para cuando este se alzó Stalin lleva muerto ocho años, pero su legado ya había sido mancillado por su sucesor, el inteligente y bromista Nikita Jruschev, quien al maldecir a Stalin se quitaba gran parte de su responsabilidad en las Purgas y represión sufrida durante los años 30´s en el estado socialista.
Es en este periodo, más concretamente a finales de 1939 que se emplaza la película la cual vengo a reseñar (y a comentar) hoy, durante el aniversario del ocaso de una de las bestias más crueles del siglo pasado.
Y es que la película “The Inner Circle” (En español: El Circulo del poder) del director ruso Andréi Konchalovski (Moscú, Rusia, 20 de agosto de 1937) nos sitúa en un momento histórico sumamente duro para el mundo y en menor medida para Rusia.
Como antes he comentado la película nos sitúa en la Moscú de 1939, la cual al contrario que el resto de capitales, azotadas por la guerra y la destrucción, se encuentra pacíficamente ordenada, adornada por las estatuas de esbeltos obreros que representan el triunfo del progresismo, del Socialismo y del futuro Comunismo al que se aspira.
Es aquí, en la Moscú de los años más peliagudos de la era estalinista, en donde los traidores abundan por todos lados (tanto exteriormente como dentro del estado soviético) y la paranoia junto las inesperadas redadas de la KGB, la aterradora policía soviética secreta (que nada tenía que envidiarle a las SS) son el pan nuestro de cada día.
Pero eso no logra vislumbrarlo nuestro protagonista, el ingenuo e idealista Ivan Sanshin (Interpretado por Tom Hulce) cuyo trabajo en las oficinas de la anteriormente citada KGB es proyectar las películas y obras propagandísticas ideadas por el régimen que alaba. Y es que Sanshin, a lo igual que muchos Comunistas modernos, y también de la época, está enamorado de nuestro georgiano de bigotes insecticos (y no digo esto yo, sino un poeta que fue reprimido durante este turbulento periodo). Incluso es tan grande su amor que quita un retrato del que para él es “Uno de los héroes del Socialismo” Kliment Voroshílov (Lugansk, Ucrania, 4 de febrero de 1881-Moscú, 2 de diciembre de 1969) sustituyéndolo por el del gran y amoroso Stalin.
La cinta nos presenta también a la que en los primeros minutos de la historia es la mujer de nuestro ingenuo proyeccionista. Anastasia (Interpretada por Lolita Davidovich) una mujer dulce y llena de humanidad, una campesina que llega a la gran ciudad enamorada y que a lo largo de la película se jugara el pellejo por una niña, una pequeña hija de traidores a la patria soviética. Katya (Interpretada por Bess Meyer) cuya historia, paralela a la de Sanshin y su esposa dejará el corazón desgarrado a más de uno viendo la soledad en la que muchos niños soviéticos, cuyos padres eran arrestados, vivían, siendo dejados en centros de acogida, orfanatos (ubicados en iglesias derruidas por el nuevo régimen) en donde se les trataba con una rectitud cuasi militar.
Como antes he escrito estos tres personajes serán el centro de la obra, estrenada en nuestro país un 28 de febrero de 1992 (mismo día en que Stalin, resguardado en su dacha en Kúnstevo, a las afueras de Moscú, sufrió una apoplejía que lo dejaría agonizando por cuatro días de terrible sufrimiento y dolor)
Por un lado, la paupérrima y dificultosa vida de Sanshin se verá sumamente mejorada al acceder, sin quererlo ni beberlo, a su amado líder. Y es que una noche la KGB se lo llevará a él, pero no para asesinarlo en algún oscuro sótano o celda, no, lo llevaran directamente al Kremlin, en donde se convertirá en el proyeccionista de Stalin y su sequito formado por Gueorgi Malenkov, quien más tarde sería su sucesor (Interpretado por Valentin Cheryakov), Viacheslav Molotov (Interpretado por Viktor Balabanov), Mijaíl Kalinin (Interpretado por Viktor Uralskiy), Lazár Kaganóvich (Interpretado por) y el temido jefe de la policía secreta, Lavrenty Beria, (Interpretado por Bob Hoskins). Sequito, el cual veremos pose sus propios intereses y conspiran uno contra otros con el objetivo de ver la luz de un nuevo amanecer.
Es junto a estos y en este ambiente de conspiraciones y paranoia que pasaremos por los sucesos más importantes del régimen estalinista, el cumpleaños número sesenta y dos de Stalin, el inicio de la Operación Barbarroja el 22 de junio de 1941 y la Muerte del mismo dictador soviético, quien tras, como antes he comentado, cuatro días de agonía, daba un último aliento el 5 de marzo de 1953, fecha en la cual la historia nos ofrece su conclusión.
Para ese año Sanshin es un hombre cambiado, su esposa (atención Spoilers) ya no está con él, debido a que se ha suicidado tras pasar dos años siendo la concubina de Beria, conocido por violar a las mujeres de sus amigos y a niñas que, además, si se resistían eran estranguladas y escondidas en su jardín. (o al menos eso dice la leyenda)
Es en ese momento de soledad, no solo sexual, si no afectiva, ya que Sanshin pierde la fe y el amor por Stalin debido a la muerte de su esposa, que Katya, ya de diecisiete años regresa para verlo. Y es que el vínculo que su esposa y la niña formaron es algo que no desaparece y que nuestro protagonista se ve forzado a continuar, primero de manera desganada, luego de forma desesperada al ver a la niña junto la multitud, el día de funeral del querido Stalin, 9 de marzo de 1953, en donde ciento cincuenta hombres, mujeres, ancianos y niños murieron pisoteados ante la impaciencia de muchos que querían ver por última vez al querido “Padre de los Pueblos”, a su líder, a su amo, a su tirano y destructor de sus vidas y libertades.
Es en la escena final donde la frialdad de Sanshin hacia Katya muere, abalanzándose a la muchedumbre para salvar a la niña, quien llorando exclama: “Quien va a quererme ahora, quien va a protegerme ahora que Stalin ha muerto.” La escena culmina con Sanshin abrazándola en el suelo diciéndole las palabras que Anastasia, su difunta esposa, hubiera deseado oír de él, la vez en la que los servicios de acogida Soviéticos se llevaron a la niña.
“Yo te cuidaré, yo seré tú papá, vendrás a casa y todo estará bien.”
Finalmente, la voz de Anastasia se escucha de fondo volviendo a cuestionar a su marido: “¿Ha quien amas más?, ¿A Stalin o a mí?”. Sanshin en verdad había respondido antes a la pregunta, a mitad de la cinta, Stalin era su amor, era su vida, era el ángel que custodiaba a la patria y sus vidas. Pero con su muerte el hechizo del monstruo se había roto y Sanshin, admite que su verdadero amor, su verdadero ángel era Anastasia.
La cinta, para ir acabando con este escueto comentario, nos muestra no solo una historia política llena de conspiraciones y dramas, sino también una de amor, de amor hacia la verdad y hacía una libertad que solo se encontró el día de navidad de 1991, cuando la bandera soviética fue desanclada y la bandera de una Rusia humana, más justa y libre se alzó. O al menos esa era la idea inicial de aquel proyecto que es la actual Federación Rusa.
Pero eso, como se suele decir, es otra historia.
Recomendada para todo amante o deseoso de conocer la historia de la Unión Soviética o aquellos que como Sanshin estén ciegos de corazón.
- El Novel Eterno, 5/03/2023.
THERE WILL BE BLOOD: EL SUEÑO
AMERICANO DECONSTRUIDO.
No soy mucho de ver por segunda o tercera vez una cinta.
Me gusta quedarme con lo que se conoce como “primeras impresiones”, aquellas emociones y pareceres que te ha dejado el primer visionado. Después de ello voy corriendo a Word, escribo una reseña (como la que estás leyendo) y luego lo subo a mi blog para compartirlo con la gente que me lee.
Sin embargo, hay películas que necesariamente necesitan un segundo visionado. No porque no se entiendan a la primera, sino porque la sutileza con la que son creadas así lo amerita.
Desde las obras de Quentin Tarantino (mi director favorito por excelencia) hasta el emocionalmente complejo cine japonés pasando como no por el realista y descarnado cine ruso se han realizado grandes películas (no cito a Bollywood porque en mi opinión es más bodrio que cine)
Pero volviendo al tema que del que me concierne hablaros, como os digo, muchas películas son geniales, preciosas, llenas de tiros, sangre y acción trepidante y grandes diálogos, pero son eso. Buenas cintas que ves una vez y listo, que disfrutas y seguramente se te quedan por siempre en la retina. Pero no son obras complejas, llenas de sutilezas y detalles que, cada vez que se ven, ofrecen una perspectiva mucho más profunda de los personajes e historia que narra (el cine es como un libro salvo que gravado).
Así pues, para celebrar el primer aniversario de mi página web que hoy cumple un añito vengo no a hacer una crítica al unísono de una cinta cualquiera, sino de una cinta muy especial. Una que se lanzó allá por el año 2007 (cuando un servidor tenía tres añitos) y la cual, en su época, le hizo ganarse un Óscar a su actor principal. El trepidante y ya jubilado Daniel-Day Lewis, conocido por películas como “Gangs of New York” del 2002, “El último de los Mohicanos” de 1992 o la increíble biografía de uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos, “Lincoln” del 2012.
Como vemos, muchas son las cintas en las que este reconocido actor ha actuado.
Pero ninguna de ellas se asemejará seguramente a la que encabeza el título de este especial de cumpleaños de mi página web.
Y es que “There Will Be Blood” (En español: Pozos de ambición o como se tradujo en Hispanoamérica: Petróleo Sangriento) película realizada por el afamado (y para mi desconocido) Paul Thomas Anderson (26 de enero de 1970, Los Ángeles, California) es todo menos aburrida, pretenciosa y violenta (en gran medida claro, porque si tiene sus escenas de violencia psicológica y unas dos escenas de violencia física que dan para hablar)
De hecho, podemos decir que es una película que, pese a su ritmo lento no dejará insatisfecho a ninguna persona que la visualice.
De manera analítica (y comenzando la reseña/análisis que vengo a realizar) la película se encuentra dividida en tres partes.
La primera, la cual podríamos llamar “el Prólogo” se encuentra dividida en dos años. 1898 y 1902 en donde veremos a nuestro protagonista, Daniel Plainview (Interpretado por el ya citado Daniel-Day Lewis) un ambicioso empresario petrolero de la Estados Unidos de inicios del siglo XX, comenzará a hacer sus pinitos.
La segunda parte, la cual es la más extensa y es el “Nudo” de la historia se encuentra enteramente emplazada en el año 1911, en está veremos las andaduras de Daniel y su hijo H.W. (Interpretado por Dillon Freasierr) en el pequeño pueblecito de Little Boston en donde habita el enemigo número uno de nuestro protagonista, Eli Sunday (Interpretado por el titánico Paul Dano) un sacerdote de una de las muchas iglesias y parroquias de índole protestante que nacieron en el Estados Unidos de la época. La Iglesia de la Tercera Revelación, la cual alaba algo así como el poder de la sangre de Jesucristo y niega la “falacia” de la salvación universal.
Finalmente nos encontramos con la última parte de la película, establecida en el año 1927 en donde nuestro protagonista, ahora multimillonario (y hasta con sirviente) vive alejado del mundo recluido, como si se tratase de una especie de Conde Drácula, en su mansión. En esta parte vemos la destrucción total del personaje, su avaricia y total decadencia. Así como el último ajuste de cuentas entre Daniel y su archienemigo Eli.
Ahora que hemos puesto los puntos sobre las íes dejadme deciros, como aviso, si es que una buena alma no ha visto está cinta que salga ahora mismo del blog, que la busque en internet o que vaya al cineclub de su ciudad/pueblo y la alquile.
Por favor, que se queden los que han visto está película, porque si, de ahora en adelante hablaré de estas tres partes y hablaré de ellas con spoilers.
Así que ya con todo dicho, aquí vamos.
Como antes he escrito pienso analizar la película manteniendo la anterior división explicada.
La cinta, comienza, como he escrito, en el año 1898 en donde Plainview, un cualquiera que se encuentra cavando en una mina en busca de diamantes los cuales vender y poder sacarse una fortuna acaba sus andaduras mineras gravemente herido, con el pie izquierdo roto (el cual le dejará una permanente cojera que veremos sublimemente en toda la cinta) pero con una gran carga de diamantes y otros minerales los cuales, herido, arrastrándose por el suelo lleva a través de un inmenso paramo desértico a plena hora punta de sol.
El resultado, llega a la tesorería en donde vende los trozos de diamante por unos pocos dólares.
Curiosa, de está parte, es ver y darnos cuenta de dos cosas, la primera la ambición presente en el personaje, cuya ansia por ganar y ganar dinero le hace ser capaz de cosas tan inhumanas como aguantar, sin ayuda alguna, el sol a hora punta y salir vivo del desierto (más tarde, en la cinta, veremos que hace cosas mucho peores). La segunda, es mucho más sutil como he ido repitiendo a lo largo de esta entrada. Y es que la firma del personaje cambia respecto al final de la película. Esto puede darnos a entender el desprecio a sus orígenes humildes y muchas otras cosas, como la superioridad que ofrece el poder adquisitivo frente a otras personas menos favorecidas monetariamente (no hace falta que os diga que There Will Be Blood es una historia sobre ambición y dinero, ¿No?)
Avanzando vamos al año 1902, primeros añitos del siglo XX, aquí Daniel ya no trabaja solo, sino con una ristra de compañeros con los que ahora, no extrae minerales, si no que buscan petróleo, un material muy preciado en la época (y el cual en la nuestra ha sido material justificador de guerras salvajes y abusos inenarrables) pero desgraciadamente sucede una tragedia. Uno de sus compañeros fallece tras sufrir un accidente. La tragedia podría quedarse ahí, pero es mucho peor, ya que su socio ha dejado a un bebe solo, es aquí que Plainview se hará cargo del niño, a quien nombrará H.W. (¿siglas de Howard?) pero si piensan que esto lo hace por mera caridad van mal encaminados.
Realizamos otro salto temporal y ya nos encontramos en la parte con más chicha de la película. 1911.
Daniel y su hijo H.W. se encuentran en un pueblecito en donde, parece ser, ha aparecido una gran cantidad de petróleo.
En esta escena (la cual es también el primer dialogo de la película) Plainview tratará de convencer a los ciudadanos del pueblo porque es necesario que lo contraten, haciéndose llamar así mismo un profesional que posee un negocio “familiar” (ven ahora porque he dicho que no adopta a H.W. por mera compasión o sentimiento paterno) y que no robará a los miembros del pueblo. Estos confundidos discuten entre ellos y al ver que no hay lugar por donde meter la mano (en este caso lo que sea que se utilice para extraer petróleo) decide marcharse junto su hijo de vuelta a su oficina.
Es en este punto que recibe la visita, luego de tratar, no sin antes de marcharse convencer al propietario del lugar en donde se ha hallado petróleo (quien se niega), de un joven muchacho. Paul Sunday (el hermano mayor de Eli quien también es interpretado por Dano) quien dice haber encontrado petróleo en su pueblo, Little Boston. En donde ya alguna que otra compañía como Standard Oil y demás gente han ido arrendando tierras para sacar beneficios.
Luego de escuchar a Sunday, Plainview queda algo decepcionado. El pueblo donde viene Paul es un lugar donde no crece ningún tipo de planta y donde el agua es salada. ¿Qué puede encontrar en un lugar donde nada crece?
Sin embargo, llevado por esa antes mencionada ambición se dirige a Little Boston, con su hijo, en donde conoce a los Sunday, propietarios de un ranchito a las afueras del pueblo. Es aquí, en donde conoce a Abel, el patriarca de la familia (Interpretado por David Willis) y a su enemigo, Eli quien más tarde comenzará a causarle problemas. Curiosa es ver la reacción que Daniel tiene al verle, confundiéndole con Paul y arqueando sus cejas, gesto que realizará más veces a lo largo de la cinta al encontrarse con este personaje.
Luego de inspeccionar el terreno de los Sunday y encontrar petróleo decide hacer la primera de las jugarretas a la familia. Que es pagarles (según él) por las codornices que les han dejado cazar que por el oro negro que han hallado y que se encuentra en el zapato del hijo de Plainview.
Tras una cena Daniel le propone a Abel le venda su propiedad por unos cuantos dólares para que este pueda trabajar y “encontrar” si hay o no petróleo. Eli se niega y empieza a poner trabas contra Daniel. Es aquí donde nace en verdad la rivalidad entre ambos personajes. Uno cuestiona al otro y así constantemente en un juego dialectico que da para mucho como seguiré mencionando.
Finalmente, el problema se concluye con Abel vendiendo la propiedad, siempre y cuando cinco mil dólares vayan a la Iglesia de su hijo. Plainview acepta y luego de ir a una inmobiliaria compra los terrenos vírgenes del pueblecito trayendo a sus hombres y estableciendo allí grandes torres de extracción de petróleo. Nombrando una como la hija menor de la familia Sunday. Mary, quien además es maltratada por su religioso padre si no se pone a rezar (más tarde veremos que la religiosidad viene más por parte de Eli que por Abel).
Pero desgraciadamente otra tragedia sucede. Un día uno de los trabajadores muere. La excusa perfecta para que Eli, quien antes de la inauguración había ido a hablar con Plainview para pedirle el poder bendecir la torre, diga que es un castigo divino por no haberle dejado bendecir el lugar.
Vemos también uno de los sermones de Eli, quien es todo un seductor y carismático, “expulsando” la artritis de una anciana mujer con sus “poderes” y bailando enternecedoramente con ella luego de haberla “sanado”. Como le dice Plainview: “Menudo espectáculo”.
Seguidamente, si esta primera tragedia ya no es para ponernos a pensar algo mucho peor pasa. La torre revienta y arde en llamas. Pero lo verdaderamente dramático no es solo esto. Si no que H.W. el hijo de Plainview queda sordo luego de este accidente al golpearse la cabeza con los maderos que mantenían en pie la torre. La cual arde toda la noche hasta el hartazgo.
Es aquí que, a pesar de que H.W. se encuentre herido Daniel está sumamente excitado. Lo vemos en la composición de la escena, en plena noche, mientras la torre cae como una falla Plainview sonríe e incluso uno de sus hombres, Fletcher le pregunta por su hijo: “¿Está bien H.W.?” a lo que Daniel contesta sin perder la sonrisa: “No”. Es aquí que Fletcher va con él niño dejando maravillarse a Daniel, quien no es hasta bien alzado el sol que termina con la torre Mary.
Tras la desgracia y luego de ver que su hijo está sordo Daniel tratará de buscarle un profesor especial mientras su fama se vuelve más y más grande por los Estados Unidos.
Es aquí que, si ya parecía que éramos pocos, aparece el hermano perdido de Daniel, Henry (Interpretado por Kevin J. O´Connor) quien viene de Nuevo México tratando de conseguir algo de trabajo luego de una mala vida en prisión luchando por ser como su idolatrado hermano.
Sin embargo, H.W. detecta algo extraño en él y una buena noche, mientras su padre está durmiendo prende fuego a la cama donde Henry duerme. Al despertarse Plainview decide que su hijo, que además es sordo y trata con ello de decirle algo que más tarde sabremos todos, debe irse. Y así hace.
A la mañana siguiente deja a su hijo en un tren rumbo a San Francisco abandonándolo, no para castigarlo, sino porque ve que no le renta más tener como “compañero” a un travieso sordomudo.
Es aquí que, de ahora en adelante Plainview presentará a Henry, su hermano, como su socio, llegando a hablar con los hombres de Standard Oil quienes movidos por las noticias de los “mass media” deciden ir a hablar con Plainview para ver si pueden comparar sus explotadas tierras.
Plainview, entonces, con su mentalidad de tiburón puesta a todo nivel se niega, llegando a amenazar con matar a uno de los hombres que habla con él, Tilford (Interpretado por David Warshofsky) quien le recalca hasta tres veces que, de comprar las plantaciones petroleras de Plainview este podrá dedicarse a pasar más tiempo con su hijo (quien ha abandonado anteriormente). Esto, como vemos, enfurece al empresario, quien decide marcharse a pasar el resto del día con su hermano, a quien le confiesa, en un diálogo sumamente importante e interesante sus intereses: “No veo nada bueno en la gente que me rodea solo quiero ganar lo necesario para aislarme” Es aquí que vemos la mentalidad psicopática de Plainview tan clara como el agua. Un hombre que usa a los demás para ganarse su confianza y quien, posteriormente, como un virus, infecta el bolsillo del buen samaritano para conseguir extraerle todo el dinero posible con el cual hacer su fortuna y con el que espera abandonar la sociedad y normas morales que tanto detesta.
Continuando Plainview se da cuenta que, de todos sus terrenos hay solo uno que no ha conseguido. Los de un tal William Bandy (Interpretado por Hans Howes) quien para colmo se hace de esperar. Es en este momento, que, tras pasar tiempo con su hermano que este, en verdad, no es otra cosa que un farsante, alguien que ha venido a robarle y que como sucede pasar en la mente de nuestro protagonista es: “Competencia”.
Así que, una noche, mientras Henry duerme Plainview se acerca con una pistola en la mano. Es, después de un breve dialogo que Henry le explica que el en verdad es un “don nadie” quien conoció a su hermano quien falleció de tuberculosis sin poder conocerle, las palabras de Henry, sin embargo, le son vagas a Plainview, quien tras inmovilizarlo le dispara en la cabeza matándolo.
Tras enterrarlo Bandy aparece y este, quien sabe lo que Plainview a cometido, le ofrece no solo el silencio, si no el poder construir su deseado oleoducto que unirá costa a costa si hace antes algo. Unirse a la Iglesia de la Tercera Revelación y aceptar la sangre del cordero de Cristo.
Dicho y hecho.
“Habrá oleoducto” exclama Plainview luego de recibir el agua bendita y bautizarse.
Igual de importante es el mencionar que, durante la golpiza que Eli le propicia (obligándole a exclamar su pecado: haber abandonado a su hijo) Daniel por lo bajo cuestiona a Eli con preguntas tales como: “¿Dónde está tú Dios?”. Viendo claro el ateísmo y materialismo del personaje (que curiosamente como empresario de bien capitalista no debería aceptar estos postulados más propios del Marxismo).
Pero acabando con está parte del análisis. H.W. vuelve, está vez acompañado por un profesor quien le ayuda a adaptarse a sus necesidades. Y para recompensarle Daniel lo lleva a comer a un restaurante el cual, sorpresivamente también es frecuentado por los miembros de Standard Oil y más aún por Tilford, a quien humilla y restriega en la cara que, no solo ha llegado a un acuerdo con su competencia, Oil Union, si no que ha recuperado a su hijo, a quien da besos y caricias volviendo a mostrarnos el utilitarismo y manipulación a la que Plainview logra llegar con tal de hacerse respetar ante una “Jet set” que no le hace ni caso.
Finalmente llegamos a la tercera y última parte de la película. 1927. H.W. y Mary, la hija menor de los Sunday, se casan.
Ese mismo día H.W. visita a su padre, quien ya vive en una mansión y quien se dedica a cosas tan normales y poco estrafalarias como ponerse a disparar a las cabezas de animales muertos de su casa o (está vez si es más normal) jugar a los bolos.
Para está parte podemos ver la deshumanización y total aislamiento de Plainview. El dinero era una excusa para dejarle sacar su verdadero ser, un hombre mezquino, arrogante y cruel, quien incluso llega a hacer lo peor que un padre adoptivo puede hacerle a un hijo que cree que es suyo y, además, que le quiere y admira.
En un diálogo angustiante entre H.W., Daniel y su profesor venido de San Francisco, Plainview le espeta a su hijo: “Eres adoptado, Eres menos que un bastardo. Solo eres un bastardo que encontré metido en una canasta” llegando a repetírselo a gritos cuando H.W. se marcha. No sin antes derrotar a aquel hombre que pensaba era su padre y a quien vino a visitar para informarle de que se iba Nuevo México a tratar buscar petróleo y ser como él.
“Doy Gracias a Dios que no haya una pizca de ti en mi”.
Con esta derrota dialéctica Plainview decide emborracharse y dormir en el suelo de su bolera. Pero si pensaba que el día y las visitas había acabado la llevaba clara, ya que, al caer la noche, Eli, quien tras el final de la segunda parte había ido de misión a esparcir su palabra, regresa a pedirle a Plainview ayuda. Y es que históricamente la economía americana no estaba en su mejor momento.
Eli, quien a pesar de estar en plena época de la Ley Seca (la cual concluyo en 1931) se sirve dos copitas (algo típico del poder eclesiástico quien como primer estado junto políticos y ricachones creen poder saltarse las normas) y le pide a su “viejo amigo” Daniel que lo ayude en su economía.
Antes de esto vemos como de bien le ha ido la vida a Eli: “He trabajado en la radio”. Sin embargo, luego le vemos rogar y llorarle a Plainview para que extraiga petróleo de la única tierra del Señor Bundy, fallecido con 99 años, que aún las máquinas de Plainview no han exprimido.
Ilusoriamente Plainview le hace pensar que le ayudara, no sin antes ofrecerle una condición, que diga alto y claro que es un falso profeta y que Dios no existe.
Algo crispado, diciendo que eso es mentira, Eli acepta a regañadientes y le vemos gritar lo que Plainview le ha pedido: “Soy un falso profeta, Dios es una superstición”. Finalmente, tras humillarlo Plainview le dice que esta tierra ya está drenada.
Impactado Eli trata de encontrarle explicación, pero Plainview, en un despliegue de odio y aprovechando las plegarias y necesidades de Eli decide humillarle de lo lindo con frases tan bonitas como:
“Tú no eras el elegido era Paul, tú hermano”.
“Eres solo la placenta”.
O mi favorita: “¡Crees que tus sermones y bailecitos te iban a salvar! ¡Yo soy la Tercera Revelación!. He hecho lo que tú hermano no, te he destruido y vencido”.
Finalmente pasamos de la agresión verbal a la física y tras tratar de atacarlo con bolas de bol coge uno de los bolos y luego de lanzarle unos cuantos mientras intenta huir le ataca golpeándole fuertemente la cabeza hasta rompérsela. Acabando de esa manera con quien ha sido durante años su mayor rival.
Para ir concluyendo luego de este exhaustivo análisis cabe solo mencionar lo obvio de esa obra, que no es otra cosa que una crítica descarnada a la religión y a la economía. Pilares los cuales, básicamente, son, han sido y serán hasta que las élites se harten (cosa que ya están haciendo secularizándolo todo) los pilares del control y en los que nacieron los Estados Unidos de América. Viendo, de esta forma como el director critica las mentiras no solamente ya difamadas y desmentidas de los religiosos que como Eli van predicando un sermón ya estudiado y tergiversado del que Cristo ofreció en verdad a sus coetáneos (el de Amar y ser Amado) sino también al nuevo Dios que durante esta época nació y que durante al nuestra se ha mantenido intacto, el Dios del Capitalismo, de la Economía más cruel y descarnada que no tiene reparos en, como Plainview, usar, mentir y atacar a los demás con tal de salir ganando y enriquecerse.
Un Dios, que, aunque material y tangible para la mente del pequeño humano, no ofrece valores, no ofrece respeto y más aún que solo está para crecer y crecer destruyendo a los demás.
Muchísimas gracias a todos por este primer año en el que habéis tenido que aguantar mis disertaciones y reseñas sobre todo tipo de obras y donde más aún, habéis tenido que soportar mi inactividad y digerir todas las obras, tanto cinéfilas como literarias como en el ámbito de los videojuegos que os he ido brindando y las cuales espero améis tanto como yo.
Lo dicho, muchas gracias a todos y hasta la reseña que viene.
- El Novel Eterno, 8/04/2023.
Buenos análisis fílmicos Andrés
ResponderEliminarMil gracias Francisco. Me alegro que le gusten. Un abrazo.
Eliminar