LOS SOPRANO LA AMARGURA DE LA VIDA Y EL PSICOANÁLISIS
DE FREUD HECHOS SERIE
Recientemente he podido ver una famosa serie que durante siete largos años, entre 1999 y 2007 se emitio en la plataforma de stream y pago HBO (por sus siglas: Home Box Office), la cual se convirtió en el número uno en emisión de la recién nacida plataforma en aquellos años.
¡BINGO! Estoy hablando de Los Soprano (en inglés: The Sopranos) una magistral obra audiovisual escrita y producida por David Chase que hoy, hace quince años emitió su último capítulo, titulado “Made in America” (en español: Hecho en América).
La serie nos pone en los zapatos del mafioso, criminal y padre de familia Tony Soprano, interpretado magníficamente por el ya fallecido James Gandolfini (Westwood, Nueva Jersey, 18 de septiembre de 1961-Roma, Italia, 19 de junio de 2013) quien, luego de sufrir un terrible ataque de pánico en una cena familiar es mandaba a ver a su psiquiatra, la doctora Melfi (Interpretada por Lorraine Bracco) quien lo diagnostica con una fuerte y severa depresión.
A lo largo de la obra, que dura nada más y nada menos que seis largas temporadas de trece capítulos (la serie más larga que he visto en mi vida) vemos los problemas y desajustes en la vida de nuestro protagonista, Tony, quien intercala dos facetas totalmente contrapuestas, la primera la del mafioso, viéndolo administrar su organización, poniendo un pie hacia delante cuando estalla la guerra entre los diversos clanes mafiosos de Nueva Jersey (ciudad donde se desarrolla la obra) quienes desean alcanzar el poder en la familia DiMeo (de la cual es miembro Tony) luego de que Jackie Aprile, el Jefe de esta última fallezca tras sufrir largos años de un cáncer (enfermedad que a lo largo de la obra reaparecerá para recordarnos que la vida de los personajes, a lo igual que la nuestra es pasajera), Tony a su vez tiene que luchar contra los deseos de su tío y sucesor al trono de la organización, Junior Soprano (Interpretado por el veterano Dominic Chianese), apodado “Uncle Jun” (Tío Jun) por su sobrino, quien indiscriminadamente manda asesinar a diestra y siniestra a miembros de la familia que ve como ineptos o las desventuras de uno de mis personajes favoritos de la obra, Christopher Moltisanti (Interpretado por el actorazo Michael Imperiole), un joven soldati (en español: soldado), protegido de Soprano quien luchará por ascender en el mundo de la mafia mientras trata de dejar su dependencia a las drogas, en especial a la heroína, de la cual es un gran consumidor junto su novia y prometida, Adriana La Cerva (Interpretada por la bellísima Drea de Matteo).
Y como antes he dicho, también el personaje de Tony debe de enfrentarse a los típicos problemas familiares, la relación “amor-odio” que procesa con su esposa, Carmela (Interpretada por la actriz Edi Falco) o los problemas emocionales de su hijo, Anthony Junior (Interpretado por Robert Iller) el cual gracias a su hermana, Meadow (Interpretada por Jaime Lynn Sigler) descubrirá que no todo es lo que parece en su entorno familiar repleto de oscuros negocios y crímenes maquillados con un toque familiar.
Como antes he escrito la serie muestra las miserias que no Tony, nuestro protagonista deberá pasar, si no que la obra nos muestra con una ardua crudeza, no solo el mundo de la mafia y la Cosa Nostra, lleno de violencia y muertes innecesarias (como la muerte de Raplh Cifarreto, interpretado por Joe Pantoliano, en la cuarta temporada) si no que globalmente muestra como la vida no cambia, si no que en muchas ocasiones no es otra cosa que una línea recta fija la por la cual, más tarde o más temprano todos tendremos que acabar.
La obra nos muestra esa cara amarga de la existencia, comprobando esto en cada una de las terapias que Tony debe de realizar con su terapeuta, en las cuales acaba por los nervios y sacado de quicio, mostrándonos como antes he dicho, toda la frustración que el personaje de Tony tiene dentro de sí.
Psicológicamente la serie está llena de referencias a Sigmund Freud (1856-1939) y su teoría del psicoanálisis, viendo en el mismo protagonista como se plasman su dinámica del ello, el yo y el superyó, identificando a Tony con el ello, aquella parte en nuestro cerebro más primitiva, tan solo preocupada por el placer y goce personal y es que el patriarca de los Soprano entre amantes y prostitutas vive en un mundo de opulencia, en el cual al volver a su mansión y tumbarse en la cama cambia completamente, volviéndose en una vida dura, hastiada y repelente de la cual nuestro protagonista desea embellecer mediante fantasías y amoríos típicos de los reyes del medievo.
La obra culmino en 2007, sin embargo, el haberla vislumbrado me ha hecho no solo replantearme varias cosas de la vida y existencia misma, sino que también me han hecho ver que desgraciadamente, quien no quiere cambiar no cambiara nunca, algo obvio, pero en lo que muchas veces tratamos de ignorar.
Recomendadísima para todo aquel que le guste el mundo mafioso o sencillamente aprender algo de psicología.
- El Novel Eterno, 10/06/2022.
¡Ha llegado el verano! Y con él llega todo lo hermoso, las vacaciones, el fin del curso escolar y demás bellas cosas las cuales, cuando éramos meros niños disfrutábamos. Irnos, en mi caso, a la playa junto mi madre para darme un remojón era una de las cosas más placenteras o nadar día sí y día también en la piscina de mi abuela. Como tal estás cosas las sigo haciendo y es que sigo siendo a mis diecinueve años joven y lleno de energía, gracias a Dios.
Pero, sin embargo, también me he dado cuenta que muchas cosas, sobre todo de mi infancia más profunda, cuando contaba con tan solo ocho o nueve añitos jamás volverán. Jugar con mis peluches, disfrutar de infinidad de dibujos animados todas las tardes, sentarme en el sofá o en el suelo de mi casa y ponerme a ver todo tipo de caricaturas habidas y por haber en Clan o Boeing, por nombrar alguno de aquellos canales que vislumbraba por aquellos años, que hoy, como esto son meros recuerdos insertados en mi cerebro.
Es triste afirmarlo, pero la inocencia se va perdiendo y con esta la infancia, que solo es visible a través de alguna que otra figurita o serie la cual añorarás eternamente, es en este último caso que hoy vengo a reseñar y a comentar en mi humilde y diminuto blog una de mis series favoritas, la cual tuve la dicha de ver en su época, aguardando como un loco a que sacarán el siguiente capítulo (sensación que todo buen serie filo contemporáneo ha experimentado una vez en su vida) y es que está bien ver de todo y sobre todo si son clásicos, pero a veces uno también debe de ver lo que se encuentra en su alrededor.
Gravity Falls fue y ha sido una de esas series que, si bien al comienzo no me gusto, con el paso del tiempo me llevo a quererla como ninguna otra. Estrenada por Disney (una de las empresas que con el tiempo he llegado a odiar por fiascos como la saga “Piratas del Caribe” o la nueva trilogía de Star Wars) hace diez años y dirigida por el guionista, director y actor de voz estadounidense Alex Hirsch entre los años 2012 y 2016.
La serie nos emplaza en un pueblecito de Oregón, la localidad ficticia de Gravity Falls, poniéndonos en los zapatos de Mabel y Dipper Pines, ambos gemelos cuyos padres mandan a ir a susodicho lugar para pasar el verano con su tío abuelo Stan, quien es el dueño de una tienda donde se venden todo tipo de extrañas rarezas.
Y es que una de las grandes de las cosas de esta serie es que el pueblo de Gravity Falls parece no ser un pueblecito cualquiera estadounidense, sino que también extrañas entidades lo pueblan, desde gnomos que vomitan arcoíris (LITERALMENTE) hasta alienígenas y fantasmas de eras y tiempos ya olvidados por una población que parece vivir en un estado de tranquilidad perpetuo a pesar de convivir con grandes y peligrosos misterios y monstruos.
La obra como tal se encuentra divida en dos temporadas, la primera estrenada entre el 15 de junio de 2012 y culminada el 2 de agosto de 2013 nos plantea, en veinte capítulos la llegada de los Pines al pueblecito presentándonos a estos y a su tío abuelo Stan, quien es el dueño de una tienda donde vende todo tipo de rarezas relacionadas con los misterios de Gravity Falls, a su vez Dipper, el más inquieto y curioso de los gemelos Pines se topará con un misterioso libro, un diario oculto en las profundidades del bosque, el cual es una recopilación de los miles y millones de extrañas y peligrosas criaturas que habitan en Gravity Falls, diario, cuya importancia será de sumamente relevante, no solo en capítulos siguientes si no en próximas temporadas de la misma serie, el cual ayudará al intrépido Dipper y a su hermana Mabel a descubrir los entresijos y extrañezas del pequeño pueblecito americano.
Por su parte la segunda temporada estrenada el 2 de agosto de 2014 culminó el 15 de febrero de 2016 (en USA) y el 28 de mayo del mismo año en otros paises, con veinte capítulos más que nos cuentan (de manera muy resumida para no hacer Spoilers) la vida del tío Stan y como este logro hacerse con la propiedad de la “Cabaña del Misterio” luego de que su gemelo perdido, Ford callera en un portal que lo llevó directo al oscuro y peligroso mundo donde habita el antagonista, Bill Cipher un demonio con forma de triángulo con muy mala leche quien le pondrá miles de trabas y puntapiés a nuestros protagonistas. A su vez en esta temporada vemos como Gravity Falls se encuentra en un grave peligro al verse que un terrible “Apocalipsis” se acerca viendo de mientras como Dipper y su nuevo tío abuelo hacen migas y emprenden nuevas aventuras para poder detener el inevitable apocalipsis de rarezas que hará colapsar a la ciudad.
Como tal esto es todo lo que puedo comentar de la trama de una de las series que más adoro y extraño en la actualidad, serie la cual, cada vez que la recuerdo me hace extrapolarme a esa bella época donde la disfrutaba, época en la cual jugaba y me entretenía hablando de ella con mis amigos mientras disfrutaba de videojuegos o leía libros, imaginándome que en las profundidades del bosque se encontraban grandes misterios los cuales como si de Dipper se tratase tendría que resolver.
Recuerdos de un tiempo pasado el cual no pudo ser mejor.
Recomendada para todo aquel jovencito que desee ver algo más que las series que actualmente pasan en las cadenas de televisión o para todo aquel buen nostálgico que este verano desee volver a sentirse niño viéndose una maratón de esta bellísima obra llena de misterio, aventura y bellos recuerdos.
BULLET TRAIN, UNA DIVERTIDA PELÍCULA DE ACCIÓN SOBRE LOS CAPRICHOS E HILOS DEL DESTINO.
Ir al cine es algo que desde siempre me ha fascinado y aunque quienes me conocen saben que soy más un seriefilo que otra cosa el séptimo arte siempre ha tenido, no solo mi respeto, si no mi admiración e inmenso disfrute. Desde las cintas de mi querido Tarantino hasta las tan expresivas y sutiles cintas en blanco y negro de Charles Chaplin el cine es una cosa que generación a generación nos ha entretenido, maravillado y hecho reflexionar.
Es por esto, la reflexión, que hoy me siento en la obligación, de como siempre hago en mi humilde blog escribir una reseña de una película la cual tengo la buena suerte de anunciar esta hoy día en las taquillas y podéis ir a verla (cosa que aliento hacer a todo el que me esté leyendo), su nombre, Bullet Train (En Español: Tren Bala), película de comedia y acción dirigida por el para mi hasta ahora desconocido David Leitch (Kohler, Wisconsin, 16 de noviembre de 1975) director de las aclamadas y divertidas películas del antihéroe “Deadpool” (2016) y “Deadpool 2” (2018).
La historia nos sitúa en Japón, Tokio, donde Yuichi Kimura, interpretado por Andrew Koji, impotente contempla como su hijo se encuentra sumido en un coma producto de una caída de una azotea. Más pronto que tarde el personaje, quien está convencido de que alguien tiro a su hijo de susodicho lugar, buscará venganza adentrándose en el mismo tren dirección a Kioto en el que se subirá nuestro protagonista “Mariquita” (en Inglés: Ladybug) interpretado por el famoso Brad Pitt, un sicario que sufre de un brusco temperamento y enojos el cual se encuentra suplantando a un compañero en una misión en el País del Sol Naciente quien, como he dicho se adentrará en el tren bala en busca de un maletín que tiene la pegatina de un tren (un objeto de suma importancia y que será el hilo conductor que una a los personajes principales), maletín que están buscando (luego de perderlo) dos asesinos profesionales, Limón, interpretado por Brian Tyree Henry y Mandarina, interpretado por Aaron Taylor-Johnson, quienes a su vez se les ha encomendado la misión de proteger y cuidar al hijo de La Peste Blanca, interpretado por el gran Michael Shannon, un cruel y despiadado mafioso ruso que veinte y seis años antes ascendió en los puestos de poder de la Yakuza luego de asesinar a su mentor, convirtiéndose en el hombre más poderoso en el mundo Underground del Japón que se nos presenta en la obra.
Por su parte Yuichi se encontrará con Príncipe, interpretada por la actriz Joey King, una dulce y encantadora jovencita cuya intención es asesinar a La Peste Blanca por motivos desconocidos, utilizando para esto a Yuichi, quien deberá obedecerla si no quieren que acaben con la vida de su indefenso hijo comatoso.
La película nos presenta finalmente a El Lobo, interpretado nada más y nada menos por el cantante Bad Bunny 😱😱 (sí, yo me quede de piedra al descubrir que era este último), un mafioso mexicano quien busca venganza por la muerte de su amada, envenenada el día de su boda por nuestro protagonista y Aguijón, interpretada por Zazie Beetz, una asesina también responsable del asesinato de la mujer de Lobo, quien busca desesperada el maletín.
El destino de estos personajes como antes he dicho se unirá gracias al dichoso maletín, que será el vínculo que haga avanzar la trama, una trama que a pesar de sus chistes socarrones y algo sacados de tono, sus excesivos flashbacks y escenas de acción que en cierto punto recuerdan a las realizadas en Django: Desencadenado o Kill Bill de Quentin Tarantino, con increíbles remixes y canciones como “Houlding Out for a Hero” de la hermosa Bonnie Tyler, en Japonés o del mismísimo Alejandro Sanz, no deja de recordarnos una y otra vez ese mensaje profundo que transmite y es que como he escrito antes en el título de esta entrada es que el destino es caprichoso y es algo contra lo que no se puede luchar, sean cosas buenas o malas el destino, ese karma, tan presente en la variante india del Budismo y el taoísmo, acabará sucediéndonos, siendo nosotros los que debamos afrontarlo o caer de rodillas ante él, como bien enseñaban los antiguos filósofos estoicos.
Bullet Train es en efecto una película entretenida que fuera de su mensaje profundo nos deja una cinta disfrutable para los grandes amantes de la acción o de aquellos que deseen echarse unas cuantas risas escuchando chistes malos.
Por mi parte solo queda decir que en mi opinión David Leitch ha realizado un gran trabajo, no solo de montaje, edición o reparto, sino que también narrativamente ha ofrecido un gran producto el cual poder vislumbrar, de hecho, no sería descabellado que afirmará que Leitch es un digno sucesor de Quentin Tarantino, quien parece ser se ha retirado finalmente del mundo del cine.
Lo dicho, entretenida y profunda cinta estadounidense la cual no podéis perderos, ¿A qué esperáis para subiros al tren?
Desde tiempos inmemoriales el mayor temor del ser humano no ha sido otra cosa que lo desconocido. En efecto puede asustarnos los cuchillos, los lugares cerrados (claustrofobia) o incluso seres tan inocentes y bonachones (a primera vista como no) como los Payasos (Clourofobia), pero ninguna fobia o terror es más pura que el temor a lo desconocido o a lo sobrenatural y es que este miedo esta patente en miles de obras cinematográficas, desde la famosa saga de “El Conjuro” (en Inglés: The Conjuring) del brillante James Wan (creador de la aún más famosas pero ya gastadas películas de Saw o el Juego del Miedo en Hispanoamérica) hasta cintas como la clásica el Exorcista o la Monja nos muestra que ya sean fantasmas o eventos sobrenaturales nuestro mayor terror no es aquel que el que uno no puede comprender.
En literatura este género pose nombre propio, el terror cósmico, el cual nació con mi querido y amado H.P. Lovecraft (creador de obras tan interesantes como La Llamada de Cthulh de1928, el Horror de Dunwich de 1929 o El caso de Charles Dexter Ward de 1943) y que con su famoso “circulo” ha perdurado hasta nuestros días.
Teniendo esto en mente podemos catalogar la película de la cual vengo a comentar hoy como un subproducto de este género tan rico e interesante (el cual animo a todos descubrir ya sea gracias a Lovecraft como a cualquiera de sus sucesores en el Universo Lovecraftiano) la cual seguramente no dejará satisfechos a muchos.
¡Y es que NOP! del director Jordan Peele, famoso por cintas como “Déjame Salir” (en Inglés: Get Out) del 2017 o Nosotros (en Inglés: Us) del 2019, puede parecer a primera vista una obra algo inconexa la primera vez que se ve.
La trama, como toda buena historia de terror nos presenta a OJ (Interpretado por Daniel Kaluuya) quien junto su padre, el viejo y veterano Otis Haywood Sr. (Interpretado por Keith David), ambos descendientes del jenite que apareció en el famoso experimento visual de 1878 “El caballo en movimiento” (en inglés: Race Horse) de Eadweard Muybridge (9 de abril de 1830-8 de mayo de 1904), entrenan caballos para venderlos a las películas y súper producciones de Hollywood. Un buen día, desgraciadamente el padre de OJ (acrónimo para Otis junior) muere al caérsele desde el cielo una moneda que le penetra el ojo izquierdo.
A pesar de la dura perdida los Haywood deben levantar cabeza y continuar con su negocio fracasando estrepitosamente en la venta de un caballo llamado “Suerte”. En esta parte se nos presenta a la hermana del protagonista, Emerald (interpretada por Keke Palmer) quien va a pasar unos días en el rancho de su hermano quien vende a la yegua a Ricky “Jupe” Park (Interpretado por el surcoreano Steven Yeun) un ex–niño actor propietario del parque Jupiter´s Claim quien a su vez se encuentra relacionado con una terrible tragedia acontecida en 1998 durante un show infantil en donde un mono asesino a varios de los actores participantes tras sufrir un ataque de pánico.
Hasta aquí todo normal y corriente, pero más allá del ambiente tejano o el look vaquero que destila nuestros personajes (en exclusiva Emerald) extrañas cosas empiezan a suceder, los caballos empiezan a huir y a perderse a lo igual que la conexión o aparatos electrónicos de la lejana granja en donde viven, pero esto no será lo peor ya que OJ, quien emprende una búsqueda de uno de sus caballos, Fantasma, el último corcel en el cual cabalgo su padre antes de ser atravesado por un moneda, más pronto que tarde descubrirá que ni él ni su hermana están solos en aquel rancho perdido de la mano de Dios ya que un OVNI (por sus siglas en inglés: U.F.O.), un Objeto volador no Identificado, parece acecharlos y acosarlos listo para abducir y echar del terreno que reclaman como suyo a nuestros dos protagonistas a los que se les unirá un tercero, Ángel Torres (Interpretado por Brandom Perea) un empleado en una tienda de tecnología quien ayudará a nuestro dúo de hermanos a filmar en cámara a lo que parece ser el nuevo fenómeno OVNI del momento.
Hasta aquí es todo lo que puedo revelaros de la película, ya que deseó que aquellos a los que haya logrado captar la atención vayan a vérsela sin saber nada más de la obra.
Concluyendo solo me queda decir que para ser la primera cinta que veo del señor Peele me ha gustado mucho y ánimo, como siempre digo a ir a verla al cine, sobre todo en estos tiempos, ya que, hasta la fecha, está en cartelera.